Seis meses después del corte de luz, Red Eléctrica sigue teniendo problemas para estabilizar la tensión. Y hay una razón geográfica. – Desde dentro
Hace apenas seis meses, España andaba a tientas. El “cero eléctrico” del 28 de abril de 2025 fue la

Hace apenas seis meses, España andaba a tientas. El “cero eléctrico” del 28 de abril de 2025 fue la advertencia más grave de un sistema que se creía invulnerable. Desde entonces, Red Eléctrica (REE) opera en “modo mejorado”, encendiendo cada día decenas de centrales eléctricas alimentadas con gas para evitar subidas de tensión. Pero seis meses después, el problema sigue ahí: la red española se está debilitando no por falta de energía, sino porque el gas está en el norte y el sol en el sur.
¿Cómo son las medidas ahora? A principios de octubre, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobó la solicitud de REE una solución de emergencia iniciar medidas extraordinarias “en caso de fluctuaciones repentinas de tensión” en el sistema. El documento describe cambios en varios procedimientos operativos que impactan la forma en que se programa y regula la red eléctrica. En la práctica, las reglas del juego se han hecho más estrictas para todos: desde los productores solares hasta las centrales eléctricas de gas.
Una de las medidas más importantes es la obligación de que los sistemas de energía renovable completen su conversión energética en al menos 15 minutos, mientras que antes esto ocurría en dos minutos. la intencion lo han explicado por REEEl objetivo es evitar cambios bruscos que puedan desestabilizar el sistema y dar tiempo a las centrales térmicas para reaccionar. Según explican en Cinco DíasEsta instrucción permite a las plantas de gas «absorber» el exceso de energía renovable sin provocar subidas de tensión. Pero para muchos expertosel diagnóstico subyacente es diferente: el problema no es la velocidad, sino la geografía.
Dos España eléctricas. El país está experimentando un desequilibrio geográfico que ya hemos previsto. Por un lado, en el norte y en la costa mediterránea se concentran la mayoría de las centrales térmicas y de ciclo combinado, las únicas capaces de proporcionar la llamada «masa rotativa», es decir, la inercia y la potencia reactiva, que estabilizan la red. En el sur peninsular, en cambio -Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha- existen numerosos sistemas solares y sistemas de autoconsumo para viviendas particulares, tecnologías que se basan en la electrónica de potencia y no generan inercia natural.
«Durante los períodos de máxima radiación, el sur produce más electricidad de la que consume, las líneas se descargan y la red se vuelve extremadamente sensible». explica en su columna Joaquín Coronado, presidente de Build to Zero. En estas condiciones, poner en marcha una central térmica en Asturias para estabilizar un problema de tensión en Sevilla es tan inútil como intentar apagar un incendio en Andalucía con agua bombeada desde Galicia.
La tensión comienza localmente. El error en el enfoque es confundir frecuencia con voltaje. La frecuencia eléctrica es una cantidad global: es la misma en toda la red síncrona. Sin embargo, la tensión es una magnitud local que depende de los flujos de potencia reactiva en cada zona. Coronado lo dice claramente: la potencia reactiva “no viaja bien”.
- En líneas de 400 kV el radio efectivo es de 30 a 80 km.
- En redes de 220 kV de 15 a 40 km.
- Y a 132 kV o menos sólo de 5 a 20 km.
Esto significa que una turbina en el norte no puede estabilizar el voltaje en el sur, por mucha potencia que tenga. La CNMC, en su resoluciónreconoce con precisión que en épocas de baja demanda y alta producción solar se producen “rápidas fluctuaciones de tensión”, que se ven exacerbadas por el aumento del autoconsumo, lo que “reduce la observabilidad del sistema” y elimina el control del operador sobre miles de pequeños sistemas. En resumen y como explicamos en : tenemos más sol que cable.
Puedes ver eso en la bolsa. La respuesta de REE fue realizar entre 20 y 30 ciclos combinados cada día para asegurar la estabilidad. Este “mayor despliegue” ha costado más de 1.000 millones de euros adicionales desde abril y podría costar 3.000 millones de euros adicionales con las nuevas medidas. Los servicios de adaptación (energía pagada fuera del mercado diario para mantener estable la red) han aumentado de 240 millones en 2019 a 4 mil millones en 2025. según Cinco Días.
El resultado es paradójico: España tiene uno de los precios mayoristas más bajos de Europa, pero una de las facturas de electricidad más altas. informe de ascua explica por qué: el precio de mercado sólo cubre la mitad de la factura; La otra mitad son los costes fijos de la red, los peajes, los impuestos y la estabilidad del sistema, que no disminuyen ni siquiera con energía barata.
La desaceleración no se estabiliza. Las decisiones tomadas por REE y aprobadas temporalmente por la CNMC son “una estrategia defensiva”. para Coronado. Además, señala que se tomó la decisión de ralentizar el sistema para dar tiempo a las térmicas, en lugar de dotarlo de capacidad de respuesta rápida. El resultado es el mantenimiento de “un sistema del siglo XXI dirigido con una mentalidad del siglo XX”.
La desaceleración de las rampas de energía renovable no proporciona regulación de voltaje donde se necesita, ya que el problema ocurre en segundos y en ubicaciones específicas, en lugar de los 15 minutos que duran estas rampas. Así las medidas ganan tiempo, pero no ganan en eficacia: alivian la frecuencia, no la tensión.
¿Existe una perspectiva de futuro? La solución es acercar la capacidad de control al lugar donde se genera la energía. De hecho, en ya hemos comentado algunas de estas posibles soluciones, que son coherentes con lo que ha dicho Joaquín Coronado.
- Inversores formadores de red en turbinas solares y eólicas que se comportan como generadores síncronos y pueden estabilizar la red en milisegundos.
- Baterías distribuidas estratégicamente en los nodos del sur, proporcionando potencia activa y reactiva instantánea.
- Dispositivos HECHOS y compensadores síncronos en subestaciones críticas (Guillena, Mérida, Puertollano…) para atenuar los cambios de tensión locales.
- Demanda flexible de las grandes industrias para modular el consumo en tiempo real.
- Y algoritmos predictivos basados en inteligencia artificial que se anticipan a las inestabilidades locales.
Algunas de estas soluciones ya están en marcha. España se prepara para instalar ocho compensadores síncronos y 2.600 MW de baterías, de los que 340 MW ya están aprobados. Estos dispositivos podrían ahorrar 200 millones de euros anuales al reducir el consumo de gas para los servicios de red.
Un modelo que está agotado. Más allá de la tecnología, existe un dilema estructural: ¿cuánto tiempo puede sostenerse una transición que dependa del gas para estabilizar las energías renovables? La CNMC admite que las medidas actuales Son “temporales y extraordinarios” y eso necesita ser revisado en un mes renovable. Pero el propio operador reconoce que el sistema del sur “carece de observabilidad y de respuesta rápida”.
Mientras tanto, la presión política está aumentando. Las asociaciones fotovoltaicas advierten de que estas restricciones reducen la entrada al mercado de las energías renovables y los ingresos del sector. Y algunos expertos –citado por Cinco Díass- Hablan de una “victoria póstuma de los sistemas convencionales”, que ven en ello una legitimación de su función promocional.
Una red entre dos tiempos. Seis meses después, España se encuentra atrapada entre dos modelos: uno que requiere inercia mecánica y otro que requiere inteligencia digital. Debido a su velocidad, la red eléctrica se ha convertido en un reflejo de un cambio a medio realizar.
“Un sistema solar con formación de red en Andalucía vale más para la estabilidad local que diez ciclos combinados en el norte” escribió Joaquín Coronado. La frase resume la paradoja española: tenemos la generación del futuro, pero seguimos usando las muletas del pasado. Porque la electricidad en el siglo XXI no se mide en megavatios, sino en milisegundos. Y la estabilidad del sistema ya no depende de la quema de gas en el norte, sino de la rapidez (e inteligencia) con la que se gestione el sol del sur.
Imagen | FreePik Y desempaquetar
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