¿Qué hay detrás de la nueva ofensiva de Donald Trump contra Sudáfrica y sus acusaciones de un supuesto «genocidio blanco»? – Desde dentro
presidente de los estados unidos, donald triunfo, anunció el miércoles que no invitará a Sudáfrica a la cumbre del



presidente de los estados unidos, donald triunfo, anunció el miércoles que no invitará a Sudáfrica a la cumbre del G20 del próximo año en Miami, Florida.
Esta decisión llega pocos días después de que la reunión anual de las principales economías del mundo finalizara en el país africano sin la participación del presidente, quien no asistió y afirmó, entre otras cosas, que en el país africano se está llevando a cabo un presunto «genocidio» contra ciudadanos blancos.
LEER TAMBIÉN
Para entender el trasfondo de este choque y el origen de las teorías que Trump ha convertido en eje de su narrativa, EL TIEMPO hace un recorrido por los hechos, los actores y las tensiones que impulsan esta controversia.
¿Por qué Estados Unidos no quiere invitar a Sudáfrica al G20 del próximo año?
El anuncio representa un nuevo episodio en la escalada retórica que Trump mantiene desde hace meses con la mayor economía de África. Como dijo en verdad socialEstán excluidos de la cumbre del año próximo porque su presidente, Cyril Ramaphosa, se negó a entregar la presidencia del G20 al embajador interino de Estados Unidos. Un gesto que Sudáfrica consideró inapropiado ya que argumentan que la entrega debería ser entre jefes de Estado, no entre diplomáticos.
La Casa Blanca tampoco aclaró a qué se refería Trump cuando dijo que suspendería «todos los pagos y subsidios» a Sudáfrica, ya que gran parte de la ayuda fue recortada por orden ejecutiva. Ramaphosa respondió de inmediato. Negó que su país haya sido excluido y defendió que Sudáfrica seguirá actuando como miembro pleno del G20. Calificó las acusaciones de Trump de «insultos» y lamentó que Washington mantenga «medidas punitivas basadas en desinformación y distorsiones».
La cumbre del G20 se celebró el mismo año en Sudáfrica. Foto:AFP
La fricción se produce en un momento en que Sudáfrica está tratando de renegociar los aranceles del 30 por ciento impuestos por Trump que están afectando gravemente sus exportaciones.
¿Puede Estados Unidos vetar a Sudáfrica?
Trump ha dicho que quiere celebrar la cumbre de 2026 en Mar-a-Lago, su residencia en Florida. Pero los expertos cuestionan su capacidad para vetar a un Estado miembro. Sudáfrica espera el apoyo del resto del grupo, que elogió la organización de la cumbre de este año.
Vale la pena mencionar que el G20 es un foro informal, no una organización internacional autorizada, lo que significa que no existen reglas que permitan la expulsión de un país, la suspensión de su membresía y el bloqueo de invitaciones a cumbres.
¿De dónde viene la tensión entre Estados Unidos y Sudáfrica?
La ruptura de la relación se produjo en mayo, durante una reunión en la Oficina Oval donde Ramaphosa esperaba dar nueva vida a la relación bilateral. Aunque el tono de la reunión parecía agradable en el período previo, Trump abrió la reunión con un video editado que mostraba clips del político de izquierda Julius Malema cantando consignas de la era del apartheid que pedían «matar al granjero». lo que algunos sectores interpretan como un llamado a la violencia contra los afrikaners (sudafricanos blancos).
LEER TAMBIÉN
Durante varios minutos, y ante las cámaras, Trump insistió en su relato, comparando la situación que viven actualmente los sudafricanos blancos con el apartheid, apoyado en clips de prensa de ataques a blancos y comentarios de su círculo más cercano, incluido Elon Musk. Ramaphosa intentó intervenir para contextualizar las imágenes, pero fue interrumpido repetidamente por Trump.
¿Quiénes son los africanos?
El debate en torno al supuesto «genocidio blanco» promovido por Trump gira principalmente en torno a los africanos, un grupo cultural descendiente de europeos occidentales que llegó al sur de África en el siglo XVII. Según el instituto Historia de Sudáfrica en líneaLos afrikaners modernos descienden principalmente de colonos holandeses (34,8 por ciento), alemanes (33,7 por ciento), franceses (13,2 por ciento), de color (7 por ciento) y británicos (5,2 por ciento).
Con el tiempo, formaron su propia identidad, siendo el afrikáans –lengua similar al holandés– y la decisión de establecerse como agricultores en grandes zonas rurales sus principales características. Pero en 1948 su élite política estableció el apartheid, un sistema de segregación racial que reservaba empleos y derechos para los blancos, desterrar a los negros a áreas marginales llamadas townships y homelands.
Elon Musk, director de la empresa SpaceX. Foto:EFE.
El dominio político africano terminó en 1994 con la victoria de Nelson Mandela. Hoy representan alrededor del 4 por ciento de la población y tienen posiciones económicas privilegiadas, pero no hay evidencia de que estén sujetos a una persecución sistemática.
¿Existe un ‘genocidio blanco’ en Sudáfrica?
Las afirmaciones de Trump han sido desacreditadas por el propio gobierno sudafricano, por la oposición moderada e incluso por organizaciones afrikaner. Ningún partido político -ni siquiera los que representan a la comunidad blanca- afirma que exista genocidio.
El líder de la Alianza Democrática, John Steenhuisen, calificó la versión de «absurda». Solidarity, un influyente lobby afrikaner citado por la BBC, afirmó haber dicho a funcionarios estadounidenses que «No hay genocidio ni confiscación de tierras».
Los tribunales sudafricanos también rechazan la versión del presidente estadounidense. En febrero, por ejemplo, un juez describió la idea como «claramente imaginada» al fallar en un caso de herencia que involucraba a un grupo supremacista blanco. Las cifras oficiales tampoco respaldan la teoría, pues aunque el país no publica cifras de criminalidad por raza, el ministro de Policía, Senzo Mchunu, informó que entre enero y marzo cinco de las seis personas asesinadas en granjas eran negras.
LEER TAMBIÉN
¿Por qué la reforma agraria está en el centro del debate?
Para justificar el estatus de refugiados otorgado a casi 60 africanos, Trump insistió en que se expropiaran las tierras de los blancos. Por su parte, Ramaphosa afirma que la reforma agraria aprobada en enero tiene como objetivo corregir los desplazamientos y llevar justicia al campo.
Sin embargo, la cuestión es controvertida en Sudáfrica. El partido centrista Alianza Democrática, socio de coalición del izquierdista Congreso Nacional Africano, anunció que llevará la ley a la Corte Suprema, diciendo que amenaza los derechos de propiedad.
Orania, una ciudad afrikaner exclusivamente blanca en la «Nación Arcoíris» de Sudáfrica. Foto:AFP/X
Musk, por su parte, acusó al país de haber «leyes de propiedad racistas» y denunció que Starlink no ha podido funcionar debido a demandas de participación accionaria por parte de grupos históricamente discriminados.
¿Sudáfrica necesita a Estados Unidos?
Sí, es su segundo socio comercial, un mercado vital y una fuente de inversión. Con un desempleo creciente, violencia generalizada y una economía estancada, Ramaphosa ha tomado el camino para intentar reconstruir los puentes. Pero en su última declaración, el presidente lamentó la persistencia de Trump «medidas punitivas» basado en información falsa.
Sin embargo, Pretoria asegura que seguirá actuando como miembro activo del G20, incluso después de que Estados Unidos advirtiera de bloquear una declaración de consenso, que finalmente fue adoptada sin Estados Unidos y con la adhesión de todos los presentes excepto Argentina.
LEER TAMBIÉN
El texto de treinta páginas reafirma el compromiso con la cooperación multilateral e incluye resoluciones sobre cambio climático, sostenibilidad de la deuda, minerales críticos, el crecimiento inclusivo y el compromiso de trabajar por la paz en diversos conflictos de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
CAMILO A. CASTILLO — Editor asociado internacional — X: @camiloandres894


