¿Por qué el triunfo de la extrema derecha en Rumania beneficiaría a la propuesta de Trump para poner fin a la guerra en Ucrania?
La reciente y contundente victoria de la extrema derecha en la primera ronda de elecciones presidenciales ha llevado a

La reciente y contundente victoria de la extrema derecha en la primera ronda de elecciones presidenciales ha llevado a Rumania a una nueva etapa de incertidumbre, especialmente tras la salida de su primer ministro, Marcel Ciocu. A principios de mayo, fue reemplazado de manera temporal por el actual ministro del Interior, Catalin Predoiu, lo que ha generado una serie de especulaciones respecto a la dirección política que tomará el país en el futuro cercano.
El 18 de mayo se llevará a cabo la segunda ronda de las elecciones, donde se prevé que la extrema derecha salga victoriosa. Este resultado podría provocar un notable cambio en la política exterior de Rumania, lo cual es un tema de gran relevancia a nivel internacional.
A continuación, analizaremos cómo un cambio en el gobierno de Rumania, que desempeña un papel crucial en la defensa del Flanco Oriental de la OTAN, podría favorecer la propuesta de Donald Trump respecto a la búsqueda de un cese de hostilidades en el conflicto de Ucrania.
George Simion después de anunciar los resultados de los votos en las urnas durante la primera ronda. Foto:AFP
Segunda ronda de elecciones bajo la mirada atenta de la UE y EE. UU.
Durante la primera ronda, el líder del partido ultranacionalista Aur, George Simion, recibió casi el 41 % de los votos, superando con creces a su competidor pro-UE, Nicusor Dan. Esta diferencia apunta a un cambio en la inclinación política de los votantes rumanos hacia la derecha más radical.
El resultado de la elección del 18 de mayo será fundamental, ya que el nuevo presidente tendrá un papel decisivo en la formación del nuevo gobierno y en las decisiones futuras que afectarán a Rumania. Este presidente, en su capacidad internacional, representará al país en conferencias y cumbres de la OTAN, lo que podría significar un cambio en la percepción y el apoyo hacia las iniciativas europeas en defensa y política exterior.
Es importante mencionar que en diciembre, el Tribunal Constitucional de Rumania tomó la decisión inesperada de anular las elecciones presidenciales anteriores, tras el triunfo exitoso del candidato de la extrema derecha, Calin Georgescu, en la primera ronda. Esta situación suscitó una gran controversia, dado que la justicia revocó el voto tras la intervención de actores rusos y una intensa campaña propagandística en redes sociales a favor de Georgescu. Posteriormente, el mismo fue descalificado y arrestado, lo que desató acusaciones de un “golpe de Estado” por parte de Simion.
¿Qué implicaciones tendría la llegada de un gobierno de extrema derecha en Rumania?
George Simion se posiciona como el candidato preferido para la presidencia en Rumania. Es conocido por admirar a Donald Trump, y su campaña se centra en la promesa de «poner a Rumania primero». Se le ha visto frecuentemente llevando una gorra con el lema «Trump», señalando su afinidad hacia el exmandatario estadounidense.
Soldados ucranianos. Foto:AFP
Simion se presenta como un defensor acérrimo de los valores tradicionales y de lo que él llama los «verdaderos rumanos». Su discurso promueve el proteccionismo económico y la cooperación con Moldavia, lo que ha resonado especialmente entre los votantes más jóvenes y aquellos de áreas rurales con menor nivel educativo.
Su partido, Aur, ha sido señalado por su promoción de narrativas ultranacionalistas y una postura en contra de la EU, lo cual es criticado por detractores como algo perjudicial para el futuro de Rumania. Si Simion logra llegar al gobierno, se rumorea que podría interrumpir la asistencia militar a Ucrania. Al igual que el primer ministro húngaro Viktor Orbán, Simion ha expresado su deseo de lograr «paz» y un «alto el fuego» en el conflicto que ha estallado a raíz de la invasión rusa.
Así, se prevé que si el líder de la extrema derecha ascende al poder, podría distanciarse de las decisiones de la UE y continuar respaldando a Kiev con armas, al mismo tiempo que promueve la agenda de Donald Trump para poner fin al conflicto lo antes posible.