La violencia es la razón principal para moverse en América Latina, ¿por qué pueden cambiar los flujos de migrantes?
La violencia se ha convertido en el principal motivo por el cual muchas personas en América Latina deciden escapar

La violencia se ha convertido en el principal motivo por el cual muchas personas en América Latina deciden escapar de su lugar de origen. Un alarmante dato indica que una de cada cuatro familias siente que su vida está en peligro si regresan a su país. Esta situación fue puesta de manifiesto en un reciente informe de monitoreo de protección que abarca toda la región, elaborado por el Consejo Danés para Refugiados (RDC) y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC) bajo la iniciativa PROLAC.
Según el informe, que reunió información de más de 1.100 personas entre el 1 de octubre de 2024 y el 31 de enero de 2025 en una serie de nueve países de América Latina— Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú y Venezuela—la situación es bastante grave. Aproximadamente la mitad de las familias encuestadas afirmaron haber soportado algún tipo de abuso durante su travesía. Este tipo de incidentes, que incluye extorsión y abuso físico, son especialmente comunes en países como Perú, Guatemala y México.
Foto:
Particularmente en México, se reporta que un 40 por ciento de las familias que experimentaron abuso informaron haber sido secuestradas con el objetivo de ser extorsionadas.
El estudio también advierte que muchos refugiados y migrantes enfrentan situaciones de discriminación y xenofobia, lo que complica su integración en la sociedad y les ocasiona la necesidad de huir nuevamente. Esto es particularmente preocupante para las mujeres y niñas, quienes a menudo son mucho más vulnerables a la violencia sexual durante sus trayectos.
Colombia se convierte en un caso significativo para el análisis, especialmente con respecto al desplazamiento que ha surgido en la región de Catatumbo, donde más de 56,000 personas han sido forzadas a abandonar sus hogares debido a la violencia. Este desplazamiento representa uno de los cambios más masivos en Colombia en múltiples décadas, según informes de HRW y ACNUD.
El flujo de migración inversa hacia países como Colombia, especialmente de venezolanos, es un problema bastante serio que estamos enfrentando.
El tiempo tuvo la oportunidad de charlar con Yann Cornic, director para América Latina del Consejo Danés para Refugiados, quien compartió sus reflexiones sobre los hallazgos del informe así como las recomendaciones para abordar esta crítica situación.
Yann Cornic, Jefe de América Latina para el Consejo Danés para los Refugiados Foto:Cortesía
¿Cuál fue el descubrimiento más relevante de este informe?
Es crucial destacar que la violencia, ya sea por conflictos armados activos o por la presencia de grupos armados en distintas zonas, sigue siendo la principal razón por la cual las personas se ven forzadas a desplazarse dentro de América Latina. Más del 30 por ciento de los hogares investigados señalaron que huyeron debido a situaciones vinculadas a la violencia.
En cuanto al fenómeno del chantaje durante el viaje, que se revela como una forma de abuso muy común, ¿qué nos puede compartir al respecto?
Miles de desplazados en Catatumbo han buscado refugio mientras huyen de la violencia. Foto:Cámara de Representantes
¿Qué más se encuentran los migrantes en su odisea?
También hemos observado que durante su desplazamiento enfrentan un alto nivel de discriminación y xenofobia. Por ejemplo, en Perú, más del 60% de las personas han reportado ser víctimas de discriminación, lo que les fuerza a cambiar su destino, ya que no pueden integrarse adecuadamente en la sociedad. En este sentido, se estima que más del 25% de quienes migran se ven obligados a desplazarse de nuevo.
El caso de Colombia es particular. La situación del conflicto armado interno y la forma en que el país ha aprendido a organizarse para acoger a millones de personas plantea un futuro donde más miles pueden decidir quedarse en Colombia.
En cuanto a la dificultad que enfrenta la región debido a que la mayoría de los migrantes no tienen acceso a vías legales para ingresar a los Estados Unidos, ¿cómo se ve esto?
Es una realidad compleja. Vemos un flujo de migración inversa que se dirige hacia países como Colombia, particularmente por parte de venezolanos, y esto representa una preocupación bastante grave. Lo que observamos con las nuevas políticas inmigratorias indica un riesgo considerable para el futuro de los flujos migratorios, ya que muchas personas pueden buscar caminos más peligrosos para llegar a México y de allí a los Estados Unidos. Y eso, a su vez, beneficiará a grupos armados que ya están profundamente involucrados en el tráfico de personas en la región.
Justamente el jueves, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció acciones en la selva de Darién para intentar cerrar el paso. ¿Es realmente efectiva esa acción en términos de un control migratorio adecuado?
Como organización no gubernamental, no emitiré comentarios sobre las decisiones del gobierno panameño. Sin embargo, creemos firmemente que es vital fortalecer el marco legal que resguarde y defienda la protección internacional de los migrantes. En un horizonte a mediano y largo plazo, muchas personas seguirán buscando rutas alternativas para migrar, lo que conlleva consecuencias extremadamente peligrosas.
Cientos de migrantes continúan arriesgando sus vidas en el peligroso paso por Darién. Foto:Jaiver Nieto / Ceet
En el caso específico de Colombia, el desplazamiento forzado en Catatumbo es uno de los peores sufrimientos que el país ha enfrentado en décadas. Sin embargo, esta situación ocurre en paralelo con la llegada de migrantes de otros países. ¿Estamos preparados para esto?
El caso colombiano es notable. La situación del conflicto armado y la capacidad del país para organizar la atención a millones de personas en los últimos años nos hace pensar que es probable que otros miles elijan quedarse en Colombia, considerándolo un espacio seguro gracias a políticas previas que les ofrecieron permanencia y oportunidades en términos de integración y acceso a derechos.
Es fundamental que el país se enfoque en encontrar soluciones efectivas para detener el ciclo de violencia. Esto debe ir de la mano con la cooperación entre las autoridades locales y organizaciones internacionales para proteger y garantizar la integridad de los migrantes y refugiados.
En Colombia, la violencia sigue siendo una de las principales preocupaciones. Foto:Santiago Saldarriaga Quintero / El TIempo
¿Qué recomendaciones deben ser consideradas en América Latina para atender adecuadamente a la población migrante?
Lo primordial es garantizar el respeto por la protección internacional. En muchos países existen brechas significativas en este aspecto. Es imperativo respetar el principio de no devolución, especialmente cuando el 25% de las personas entrevistadas siente que su vida corre peligro si regresan a su lugar de origen. En este contexto, es crucial cumplir con el deber de protección hacia estas personas vulnerables.
Stephany Echavarría – Editor internacional – El TIempo