La violación continua de los derechos en Venezuela forzaría una nueva ola migrante; Colombia sería el destino más importante
Las elecciones presidenciales en Venezuela, celebradas el 28 de julio de 2024, han dejado un impacto duradero en la

Las elecciones presidenciales en Venezuela, celebradas el 28 de julio de 2024, han dejado un impacto duradero en la vida de sus ciudadanos. La persecución de las disensas ha reducido significativamente el espacio ciudadano, manifestando una creciente violación de los derechos humanos en el país. Este deterioro se ve agravado por la compleja y prolongada emergencia humanitaria que enfrenta Venezuela. Estas preocupantes conclusiones emanan de un reciente informe de Amnistía Internacional.
Durante la segunda mitad de 2024, se documentó un uso excesivo de la violencia por parte de las autoridades, incluyendo detenciones masivas de personas, incluso menores, y ejecuciones extrajudiciales. Esta situación ha sido objeto de atención internacional, especialmente a raíz de la investigación del Tribunal Penal Internacional (ICC) sobre los eventos en este país.
Amnistía Internacional afirmó que se documentó el uso de tortura en centros de detención, apuntando que tanto mujeres como niños han sido víctimas de estos abusos. Además, se reportaron diversos casos de desapariciones forzadas, creando una atmósfera de absoluta tensión y miedo entre la población. Estas declaraciones fueron realizadas por Nastassja Rojas, subdirectora del Capítulo Internacional de Amnistía Venezuela, quien conversó con El Tiempo sobre la situación.
Entre el 28 de julio y el 1 de agosto, se registraron al menos 24 asesinatos atribuibles a la opresión del gobierno durante las manifestaciones en rechazo a la reelección de Nicolás Maduro. De acuerdo con el informe de Amnistía, casi todas las muertes fueron causadas por disparos, y organizaciones de derechos humanos responsabilizaron a la Guardia Nacional Bolivariana, a la Policía Nacional Bolivariana, al Ejército y a los grupos civiles armados del gobierno conocidos como «Colectivos».
Foto:Mauricio Moreno. Tiempo
Los datos recopilados por la organización indican que se realizaron aproximadamente 2,000 arrestos durante este periodo, con 129 arrestos de menores de edad. En diciembre de 2024, se contabilizaron 160 miembros del movimiento Vente Venezuela, así como 34 casos de detenciones arbitrarias, que generalmente se vinculan con desapariciones coercitivas.
Rojas destacó que la división en julio de 2024, junto con la situación de los derechos económicos, sociales y culturales, refleja un empeoramiento significativo de la calidad de vida en el país. Durante los días 29 y 30 de julio, se documentaron unas 915 protestas, de las cuales 138 fueron sometidas a una represión violenta. El año pasado, se registraron 979 ataques contra defensores de derechos humanos, un aumento alarmante en comparación con los 524 ataques de 2023.
La suma de estos factores coloca a Venezuela en una posición crítica en el ámbito internacional, ocupando el último lugar (142) en el índice de Estado de Derecho 2024.
Los casos de tortura se documentaron en los centros de detención, incluso las mujeres y los niños afectados. También se informaron varios casos de desaparición forzada, que generaron un entorno de tensión.
Nastassja RojasDirectora Adjunta Amnistía Internacional Venezuela
Rojas también alertó que «el país se posiciona en el último lugar en el índice de estado de derecho«, mientras advierte que «esta crisis multifactorial ha generado un flujo migrante continuo hacia Colombia«, instando a la región a coordinar esfuerzos para evitar un deterioro aún mayor del estado de derecho no solo en Venezuela, sino en todo el continente.
Amnistía remarcó que la crisis de derechos humanos en Venezuela no solo deteriora las condiciones de vida y la dignidad de los ciudadanos, sino que también actúa como un «factor de expulsión», lo que resulta en la migración forzada de alrededor de 7.8 millones de venezolanos que han abandonado su país.
Piden la liberación de los colombianos encarcelados en Venezuela Foto:Ana Rodríguez Brazón/El Tiempo
Respuesta de migración en América Latina
La situación en Venezuela impacta a toda América Latina, que también está experimentando una considerable disminución en la defensa de los derechos humanos y en la protección brindada por los defensores. Esto fue destacado por Nastassja Rojas y Camilo Vargas, quien es responsable de las campañas internacionales de Amnistía en Colombia.
Ambos subrayaron el incremento del deterioro de los derechos a nivel global, prestando especial atención al aumento de la movilidad humana y las respuestas cada vez más restrictivas, un fenómeno que pone en riesgo la dignidad de los migrantes.
En el contexto colombiano, el informe señala una situación alarmante en la garantía de los derechos de la población migrante venezolana, a pesar de la implementación de algunos programas iniciales de apoyo.
Vargas enfatizó sobre la evidente reducción en el acceso a la salud, educación, justicia y el derecho a la identificación para los migrantes, una situación que él atribuye a “la falta de coordinación institucional, la normalización de la crisis migratoria, y la desatención a las necesidades de esta población vulnerable”.
Asimismo, debemos resaltar que existe una grave crisis de derechos humanos caracterizada por desplazamientos forzados, amenazas y asesinatos de defensores, todo esto en un contexto de alta impunidad.
Para Vargas, «la ausencia del estado de derecho se agrava en varias regiones del país, dominadas por actores armados, lo que complica aún más la crisis».
Finalmente, los expertos han recomendado una intervención robusta del Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos, subrayando que, a pesar de sus esfuerzos, se ha observado un deterioro significativo en la garantía de estos derechos, lo que es preocupante, especialmente post pandemia.
Amnistía ha hecho un llamado a la institucionalidad y a las autoridades en el poder. «Continuamos exigiendo que el estado asuma su responsabilidad internacional, pero en este contexto difícil, resultan evidentes las carencias del estado para iniciar un diálogo efectivo y garantizar los derechos humanos,» concluyó Rojas.
Ana María Rodríguez Brazón
Corresponsal
Caracas