La popularidad de Donald Trump es la más baja de un presidente de los Estados Unidos. En casi un siglo: ¿Qué preguntas lo critican?
Los primeros 100 días de un presidente suelen ser una fase marcada por lo que se conoce como la

Los primeros 100 días de un presidente suelen ser una fase marcada por lo que se conoce como la «luna de miel», un periodo donde la mayoría de los votantes muestran un apoyo entusiasta hacia su nuevo líder. Este fenómeno, identificado como SO, permite que el nuevo presidente entre en funciones con un capital político relativamente intacto, lo que le otorga un momento de gracia para llevar a cabo las promesas que realizó durante su campaña electoral.
Sin embargo, en el caso de Donald Trump, ese 30 de abril abarcará un aniversario distinto, ya que los resultados apuntan a que su administración enfrenta desafíos significativos en su relación con el público.
Una serie de encuestas de distintas firmas de medios han revelado tendencias preocupantes que reflejan la opinión pública, que es, al final, el verdadero juez de cualquier gestión. En este contexto, se evidencia un fuerte descontento con el rendimiento de Trump como presidente y con las políticas que ha decidido implementar.
Durante los primeros 100 días, Trump ha emitido más de 140 órdenes ejecutivas. Foto:Getty Images a través de AFP
El indicador más impactante fue el reportado por el periódico Washington Post, con la colaboración de ABC News e Ipsos Weekend. Sin embargo, esta tendencia negativa también se manifiesta en otras encuestas realizadas por entidades como Fox, Pew Center y Gallup, así como en una que fue enfocada únicamente en votantes latinos.
Según una encuesta de ABC, la popularidad de Trump se sitúa en el 39 por ciento, el nivel más bajo registrado para un presidente en esta etapa de su gobierno en relación con los últimos 14 presidentes que han ocupado la Casa Blanca, desde que se iniciaron estos tipos de encuestas bajo la presidencia de Franklin Delano Roosevelt en 1933.
Es notable mencionar que su índice de aprobación es incluso más bajo que el 42 por ciento que obtuvo al cabo de sus primeros 100 días en 2017, el cual había sido un récord precario hasta ahora.
Para poner esto en perspectiva, el presidente que le precede en popularidad George W. Bush tenía un 47 por ciento tres meses después de asumir el cargo en abril de 2001.
Las encuestas indican que los números entre los votantes republicanos han caído en casi todos los grupos demográficos: una disminución de 10 puntos entre los blancos sin educación superior (un segmento crítico de su base electoral), 13 puntos entre jóvenes menores de 30 años y 15 puntos entre votantes independientes.
A pesar de que su apoyo continúa siendo sólido entre los miembros del Partido Republicano, con más del 80 por ciento a su favor, un porcentaje más alto, el 15 por ciento, manifiesta su descontento hacia sus políticas, en comparación con el 10 por ciento que mostraba la misma insatisfacción en 2017.
Al examinar factores específicos, la evaluación de Trump revela críticas desfavorables en múltiples áreas: gestión financiera (61 por ciento), implementación de tarifas aduaneras (64 por ciento), percepción de los mercados financieros (67 por ciento), relaciones internacionales (61 por ciento), administración del gobierno federal (58 por ciento) y atención hacia los ciudadanos estadounidenses (58 por ciento).
Deportados migrantes de Guantánamo a Venezuela. Foto:X: @icagov
Además, en relación con la migración, su bandera política, existe un descontento del 53 por ciento. La mayoría de los estadounidenses también perciben un aumento en el poder presidencial que consideran excesivo (64 por ciento), preocupándose por el cierre de agencias federales (57 por ciento) y el despido de empleados públicos (56 por ciento).
En cuanto a otros aspectos, 59 por ciento se opone a la deportación de estudiantes, 61 por ciento a la eliminación de regulaciones ambientales, 62 por ciento al congelamiento de ayudas internacionales, 66 por ciento a la disolución del Ministerio de Educación, 67 por ciento se opone a eliminar la ciudadanía por nacimiento, el 70 por ciento está en contra de la intervención en universidades privadas y el 77 por ciento se opone a recortes en la investigación médica.
En otra encuesta de NPR, Marist y PBS, la popularidad de Trump es del 42 por ciento, mientras que Fox y Gallup indican un 44 por ciento en encuestas realizadas a inicios de este mes.
Aunque estos números son mejores comparados con los del Washington Post, continúan estando por debajo del promedio histórico y son testimonio de un desinterés creciente en comparación con las cifras de febrero (48 y 49 por ciento).
En lo que respecta a los votantes latinos, una encuesta realizada por United, United Voices y Lulac reveló que la aprobación del presidente es del 37 por ciento, en contraste con el 59 por ciento que rechaza sus políticas.
En línea con estos resultados, las encuestas de NPR, Marist, PBS, Fox y Gallup muestran que Trump ha recibido críticas particularmente severas por su manejo de la economía, uno de los temas más relevantes durante su campaña, lo que en parte explica su victoria electoral.
De hecho, al inicio de su mandato, más del 60 por ciento de los ciudadanos eran optimistas respecto a la dirección que tomaría la economía. Hoy, 100 días después, la misma cantidad de personas tiene una percepción negativa.
Los aranceles tenían un 10 % básico en todo el mundo. Foto:AFP – Istock
Aunque Trump ha defendido recientemente que las encuestas han sido erróneas en la medición de su popularidad, es evidente que las marcas negativas que ha recibido, incluso de parte de sus seguidores, son significativas y reflejan un profundo descontento.
El análisis del Washington Post sobre los resultados de sus encuestas indica que Trump parece estar «fuera de fase» en la implementación de políticas que son consideradas excesivas por la mayoría de la población.
Un análisis de Jason Willick, del medio conservador Wall Street Journal, señala que «Trump sigue a Libretton de la misma manera que Joe Biden lo hizo cuando interpretó su mandato limitado. La diferencia radica en que Trump buscaba controlar la frontera y la inflación, y, en cambio, inició una guerra descontrolada en su intento por lograr sus objetivos.»
Para Ramesh Ponnuru, del American Enterprise Institute, a pesar de que la luna de miel presidencial siempre llega a su fin, la de Trump terminó más rápido debido a sus «errores forzados» relacionados, sobre todo, con la guerra comercial que inició contra todos los países y que amenaza con llevar a la economía del país hacia una recesión.
Sergio Gómez Maseri
Corresponsal de El Tiempo
Washington
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