La ONU advierte que el riesgo de genocidio en Sudán «crece día a día», en medio de masacres e informes de crímenes de guerra – Desde dentro
El riesgo de genocidio en Sudán, donde se han denunciado graves crímenes tras la toma rebelde de la ciudad


El riesgo de genocidio en Sudán, donde se han denunciado graves crímenes tras la toma rebelde de la ciudad darfurí de Al Fasher, «Es real y crece cada día», advirtieron el viernes representantes de la ONU y de la Unión Africana (UA) ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
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En una reunión especial del consejo para analizar la situación en Al Fasher, el enviado especial de la UA para la Prevención del Genocidio, Adama Dieng, leyó un comunicado firmado también por su homólogo de la ONU, Chaloka Beyani, y añadió que ante las atrocidades denunciadas, «el mundo debe ir más allá de la condena».
En este sentido, Dieng pidió a la comunidad internacional que lo haga el fin inmediato del flujo de armas y soldados hacia Sudán, así como más medidas para garantizar la rendición de cuentas de todos los autores de abusos y también la llegada de ayuda humanitaria al país.
Imágenes de Al Fasher, donde paramilitares sudaneses se enfrentan al ejército. Foto:EFE
«El mundo no debe quedarse quieto mientras se cometen atrocidades. El silencio y la inacción son cómplices», afirmó el senegalés, que recordó que Dos años y medio de guerra civil en Sudán han dejado al menos 40.000 muertos y 14 millones de desplazados.
Por su parte, el embajador de Sudán en la ONU en Ginebra, Hassan Hamid Hassan, señaló que las milicias rebeldes de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que tomaron Al Fasher el 26 de octubre, están llevando a cabo matanzas basadas en el origen étnico de las víctimas, «algo que no puede calificarse más que como genocidio».
«Llevamos mucho tiempo alertando a la ONU y pidiendo presión sobre las milicias rebeldes y sobre los Emiratos Árabes Unidos, país que las patrocina con ayuda militar y equipamiento estratégico», afirmó el embajador sudanés.
al-Fateh Abdullah Idriss, también conocido como Abu Lulu. Foto:Redes sociales
Su homólogo emiratí, Jamal Jama Al Musharakh, no respondió a estas acusaciones en su discurso, limitándose a señalar que todas las facciones cometen ataques contra civiles y obstaculizan la ayuda humanitaria a un país donde más de la mitad de la población la necesita.
La sesión especial, que podría terminar con una resolución que amplíe el mandato de la ONU para investigar los abusos en Sudán, busca centrarse en violaciones cometidas en Al Fasher, ciudad que fue el último bastión del ejército sudanés hasta su caída a manos de las FAR, tras año y medio de asedio.
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La Misión Independiente de Investigación para Sudán intervino durante la sesión para exponer los abusos denunciados durante y después del asedio, que han convertido Al Fasher en «la escena del crimen», en palabras de la abogada Mona Rishmawi, miembro de la comisión.
La gente huye del conflicto en Sudán. Foto:AFP
«Hemos entrevistado a testigos y obtenido pruebas de atrocidades indescriptibles, incluidos asesinatos deliberados, torturas, violaciones, secuestros, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas, todo ello a gran escala», afirmó.
PADRE»Convirtieron la Universidad Al Fasher en un campo de exterminiomientras miles de personas exhaustas y hambrientas buscaban refugio allí», mientras que otros que huyeron del hospital saudita de la ciudad condenaron las ejecuciones médicas de personal médico y civiles.
Imágenes de Al Fasher, donde paramilitares sudaneses se enfrentan al ejército. Foto:EFE
«A pesar de las repetidas advertencias sobre crímenes de guerra y contra la humanidad que podrían cometerse, el peor escenario posible se ha hecho realidad», afirmó Rishmawi, quien subrayó que miles de civiles siguen desaparecidos mientras que sólo unas 90.000 personas, según cifras de la ONU, han logrado escapar de Al Fasher, de las alrededor de 260.000 que vivieron atrapadas allí durante el asedio.
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Rishmawi añadió que en Al Fasher y en los controles de seguridad en las afueras de la ciudad, hombres pertenecientes a ciertos grupos étnicos han sido asesinados, mientras que mujeres y niños han sido violados, secuestrados y desaparecidos por la fuerza deliberadamente.
«Los horrores que se han cometido en Al Fasher podrían haberse evitado, ya que son el resultado de décadas de impunidad. Pueden y deben detenerse», afirmaron los investigadores de la ONU, que llamaron a los gobiernos y otros actores del conflicto a «poner fin a la financiación y al apoyo de esta maquinaria de brutalidad».


