La casa de Salvador Allende que causó el despido de su hija y la partida de su nieto en Chile
Oculto entre majestuosos árboles y como si fuera un habitante más en el barrio santiaguino de Providencia, se erige

Oculto entre majestuosos árboles y como si fuera un habitante más en el barrio santiaguino de Providencia, se erige la residencia donde el ex presidente Salvador Allende pasó sus años entre 1953 y 1971. Este lugar es un símbolo que narra la historia de una de las familias más influyentes de la izquierda chilena. A través de los años, se ha convertido en un fragmento importante de nuestra memoria nacional, analizando la figura del líder socialista quien es considerado un ícono en la lucha contra la dictadura militar.
En este marco, el presidente Gabriel Boric presentó una iniciativa que buscaba transformar la propiedad en un museo, con el objetivo de honrar el legado de Allende. Este notable presidente, que defendió La Moneda durante el golpe de estado encabezado por Augusto Pinochet en 1973, también contempló la compra de la casa de Patricio House, el primer jefe de estado tras el retorno a la democracia.
Sin embargo, el proceso de adquisición, anunciado a finales de 2024, desató una controversia que llevó al cierre de un contrato entre el estado chileno, la senadora Isabel Allende y el entonces ministro de defensa, Maya Fernández, quienes son respectivamente, hija y nietos del ex presidente. Ambos personajes han tenido roles destacados tanto en la política como en la función pública.
Salvador Allende propuso la nacionalización del cobre, la principal fuente de ingresos de Chile.
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Archivo privado
Camino con mi frente alta y repito que nunca he usado mi posición para ventaja personal. Nunca estaba buscando ganancias o privilegios
Isabel AllendeEx senador chileno
El escenario se tornó complicado, ya que ni uno de los 17 abogados estatales que siguieron el proceso detectó la irregularidad. A pesar de que la compra no se concretó, esto tuvo un costo significativo para Isabel Allende y se generó un escándalo que afectó a la izquierda en un año electoral crucial.
En sus últimas palabras en la Cámara Alta, Isabel Allende expresó: «Hoy me enfrento a una sanción que considero injusta. Aunque lo vivo con dolor, tengo la tranquilidad que me da la conciencia… Nunca he buscado privilegios». En esta misma ocasión, también aprovechó para criticar al gobierno actual por no haber advertido sobre posibles inconvenientes constitucionales en el proceso.
El fiasco de la venta de la antigua casa de guardia, valorada en casi un millón de dólares, marcó un cierre amargo en la carrera política de la hija menor de Salvador Allende, quien ahora cuenta con 80 años y ha sido un referente histórico en el ámbito político chileno, habiendo sido la primera mujer en presidir el Senado, así como ocupando importantes cargos durante más de tres décadas.
El proceso ha dejado una mancha en la carrera de Allende, que ha sido una figura clave para el legado de Salvador Allende. No obstante, es importante destacar que no se cometió ningún acto de corrupción, ya que no se realizó pago alguno por la compra.
El escándalo también afectó a los nietos de Allende, sobre todo a Maya Fernández, quien fue ministra de defensa hasta marzo del año pasado, cuando decidió renunciar debido a las presiones derivadas del escándalo. Este caso, así como el proceso judicial contra Isabel Allende, fue impulsado por la oposición política.
«La actual situación, marcada por la polarización política, ha llevado a un uso excesivo de la acusación constitucional, afectando a personas que no tienen responsabilidad en los hechos, como Maya III Fernández», afirmó un antiguo político, subrayando que el tribunal ha manipulado el escándalo en un contexto electoral tenso.
El senador Isabel Allende Bussi se despide del Senado antes de ser despedido.
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AFP
Gobierno de Boric
La forma en que el gobierno manejó la adquisición de la propiedad de la familia Allende no solo provocó que Isabel y sus nietos dejaran sus cargos, sino que también terminó afectando a la entonces ministra de bienes nacionales, Marcela Sandoval, y a varios de los asesores más cercanos. Esta situación ha generado conflictos internos dentro del partido socialista y entre las coaliciones gubernamentales.
Se asegura que no hubo influencia alguna en el proceso; de hecho, se argumenta que la idea de adquirir la casa para transformarla en un museo era un plan del gobierno, y que el presupuesto fue aprobado por el parlamento en la legislación presupuestaria de ese año. Sin embargo, Gazmuri, un ex funcionario, comentó que el gobierno no advirtió la posibilidad de controversias constitucionales.
La decisión del Tribunal Constitucional fue celebrada por la oposición, quienes ven esto como un coraje para reafirmar la legalidad y demostrar que las acciones del governo violaron la constitución. Los líderes de la oposición consideran que hay que tomar responsabilidad por los errores en la gestión de esta controversia, especialmente el Partido Socialista y el propio gobierno, lo que puede impactar fuertemente en la próxima campaña presidencial.
Con la turbulencia política desatada, las elecciones se perfilan complicadas para el bloque oficialista, que ha comenzado a definir a sus candidatos. Personalidades como Jeannete Jara, del Partido Comunista, y Gonzalo Winter, del Frente Amplio, son algunos de los nombres que emergen en las contiendas, en un contexto donde la coalición oficial enfrenta un reto ante los candidatos de la oposición: Evelyn Matthei, Johannes Kaiser y José Antonio Kast.
Andrea Aguils Córdoba – Especial para el tiempo – Santiago, Chile