Política

Fijo o desesperado? –

Por: Juan Loreto Gómez Soto Representante de la casa Juan Loreto Gómez Soto En La Guajira, se manifiestan sentimientos

Fijo o desesperado? –
Juan Loreto Gómez Soto

En La Guajira, se manifiestan sentimientos muy profundos cuando crece la sensibilidad social, cuando las voces de la población son escuchadas y cuando el liderazgo emerge de manera auténtica y autónoma. Nos vemos constantemente impulsados a recordar que nuestro grupo político tiene sus raíces en el respeto y en la confianza que hemos ganado entre los ciudadanos. No nos debemos a apellidos ilustres ni a legados de poder; nuestro compromiso es con la gente, que es nuestra mayor fortaleza y, para algunos, un verdadero desafío.

Hoy, sin temor alguno, alzo mi voz para señalar una situación que ha sido confirmada: el Tribunal. Los procesos judiciales están siendo manipulados como instrumentos de lucha política, utilizados para debilitar a aquellos que se oponen a ciertos intereses tradicionales. No nos dejaremos intimidar. No somos parte de ese club exclusivo.

Este tipo de maniobras busca sembrar paranoia, intentando frenar nuestro desarrollo y provocar miedo. Sin embargo, aquí seguimos, firmes y sin miedo. Ya hemos aprendido a no dejarnos arrastrar por el temor.

A lo largo de nuestro trayecto, hemos formado alianzas estratégicas y generado un apoyo popular significativo. Nos hemos concentrado en conquistar espacios, colaborando con los alcaldes y diferentes líderes comunitarios. No estamos intentando seguir un guion impuesto; somos una fuerza genuina que emerge de las entrañas del pueblo guajiro, lo cual resulta incómodo para quienes prefieren la política tradicional y convencional.

No somos un fenómeno pasajero ni un mero legado político; no hemos llegado a esta posición por herencia. Pero poseemos una ventaja que muchos parecen haber olvidado: nuestras relaciones directas con la gente. Paseamos por los barrios, escuchamos activamente a las comunidades, visitamos los municipios y enfrentamos a la población con honestidad. Esto resulta molesto para quienes han optado por políticas elitistas y manejadas desde cómodas oficinas.

Para silenciarnos, han recurrido a prácticas obsoletas y vergonzosas, como el pago por publicidad engañosa: invierten en titulares sensacionalistas, adquieren espacios en los medios para difundir mentiras y lanzan ataques disfrazados de noticias. Gastan grandes sumas en medios nacionales para intentar conectar mi imagen con hechos de los que no tengo relación alguna. Lo han hecho en el contexto de la unidad nacional para la gestión de riesgos de desastres, intentando hacerme responsable de todo lo que sucede en nuestra región. En Guajira, parece que mi nombre debe cargar con la culpa de cualquier incidente.

Incluso en el presente, pretenden imputarme la responsabilidad por la ejecución de obras, tratando de vincularme con actos administrativos que están fuera de mis competencias, pues la Constitución no me otorga el poder de firmar contratos. Me acusan erróneamente de la gestión de un fraude cuando ni siquiera era parte de ese proceso. En los años recientes, el diputado de Riohachero ha presumido de gestionar proyectos importantes para la Alta Guajira; hoy, cuando surgen complicaciones, buscan que asuma la carga política. Es simplemente ridículo.

Todo esto se siente como una cruel broma: si una mosca vuela, asumen que el representante Juanlo Gómez tiene conocimiento de ello y que estaría involucrado en cualquier irregularidad.

No obstante, tengo un mensaje claro: no nos detendrán. Este intento de socavar nuestra voz es, de hecho, una prueba fehaciente de que estamos avanzando en la dirección correcta. Si no fuéramos considerados una amenaza para el statu quo, no les preocuparía tanto nuestro trabajo.

Seguiré trabajando con más dedicación, en contextos más amplios y con mayor dignidad. Porque el liderazgo que surge del pueblo no se termina con la presión. En La Guajira, la gente persevera y se niega a rendirse.

Redacción Desde Dentro
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