Estos son alimentos que ayudan a reducir la glucosa
Verifique el azúcar en la sangre. Es esencial comprender que la regulación de la glucosa no se basa exclusivamente

Pan integral del suelo como la primera opción saludable
A diferencia del pan blanco y de los granos refinados que suelen estar en el menú de muchas personas, el pan elaborado con trigo molido a la piedra conserva la capa fibrosa de los granos, lo que a su vez ralentiza el proceso de digestión y ayuda a evitar picos de glucosa en el organismo.
Este tipo de pan, que mantiene su estructura menos procesada, puede contribuir a mejorar la respuesta glucémica con el tiempo. Otras opciones como el centeno integral o el pan de espelta son también excelentes aliados en esta causa.
Consumir fruta fresca como manzanas, frambuesas o arándanos permite disfrutar de un sabor dulce sin sacrificar el control glucémico. Estas frutas, gracias a su alto contenido en fibra y agua, presentan un IG bajo. No obstante, es importante evitar los jugos de fruta y las frutas secas ya que el azúcar se absorbe con mucha rapidez en estos casos.
Las frutas y verduras son una fuente importante de vitaminas, minerales y fibra. Foto:Tejer
Frijoles, lentejas, garbanzos y guisantes no solo son fuentes valiosas de proteína y fibra, sino que también poseen un índice glucémico más bajo comparado con otros carbohidratos. Incorporar estos alimentos de manera regular en la alimentación puede ayudar a mantener la glucosa equilibrada y proporciona energía a largo plazo.
La avena entera, especialmente en copos o molida a la piedra, es rica en betaglucano, una fibra que mejora la sensibilidad a la insulina. Complementar esto con nueces, como las almendras o nueces crudas, puede potenciar este efecto positivo.
- Ajo, batata y pescado graso
El ajo es conocido por sus propiedades que pueden mejorar la secreción de insulina, mientras que las batatas son preferibles a las papas comunes debido a su índice glucémico más bajo y mayor densidad nutricional. Adicionalmente, el pescado graso como el salmón y las sardinas proporcionan ácidos omega-3, que son esenciales para mantener una salud metabólica óptima.