Encontramos 76 megatrampas en los Andes. Es sorprendente que nunca hayamos hecho esto antes. – Desde dentro
Los Andes no sólo eran una impresionante cadena montañosa, sino también uno de los grandes focos de civilización. En


Los Andes no sólo eran una impresionante cadena montañosa, sino también uno de los grandes focos de civilización. En sus complejas redes de conexiones, se desarrollaron sociedades altamente organizadas con culturas como la Caral, Chavín, Tiwanaku y Moche, que precedieron al poderoso Imperio Inca. Lo más impresionante es que seguimos descubriendo los secretos de estas civilizaciones y acabamos de encontrar 76 estructuras de piedra que representan algo más que tecnología avanzada.
También confirman que existieron auténticos laboratorios técnicos en los pasos de los Andes.
En resumen. en uno Artículo publicado en la revista Antigüedad El investigador Adrián Oyaneder, arqueólogo de la Universidad de Exeter, describe detalladamente cómo, analizando imágenes satelitales de alta resolución pertenecientes a una zona remota de la cuenca del río Camarones, encontró una serie de estructuras que se repetían.
Utilizando imágenes de Sentinel-2 y Google Earth, el arqueólogo peinó más de 4.600 km² y encontró 76′chacus‘. «Mi reacción cuando vi el primer chacu fue comprobarlo dos o incluso tres veces. Pensé que era algo único, pero a medida que avanzaba me di cuenta de que estaban por todas partes en cantidades nunca antes registradas en los Andes». comentario. Parece importante, pero… ¿qué tipo de corchos son estos “Chacus”?
Los “Chakus”. Es un término que proviene de las prácticas tradicionales incas y se refiere básicamente a construcciones muy específicas. Sus propiedades son:
- En forma de embudo, formado por dos largos muros de piedra seca que confluyen formando un corredor que se va estrechando progresivamente.
- Dimensiones unos 150 metros de largo y un metro y medio de alto.
- Lugares que parecen estratégicos porque están construidos sobre fuertes pendientes entre 2.800 y 4.200 metros sobre el nivel del mar. Ni siquiera si fueran cafetales…
¿De modo que? Ésa es la segunda pregunta. Eran trampas. Enamorarse Vicuñasconcreto. Es pariente de las alpacas, y los cazadores conducían los rebaños para trasladarse al chacus, que mantenía cautivos a los animales con su forma de embudo. Pero la mano de Dios no pudo dejar atrás estas trampas y Oyaneder siguió buscando hasta encontrar lo que buscaba: rastros de vida.
Cerca del Chacus, el arqueólogo identificó casi 800 pequeños asentamientos compuestos por varios refugios circulares de piedra. Supone que se trataría de campamentos temporales, ya que grupos de personas se desplazaban estratégicamente por el altiplano según el ritmo de las estaciones.
Durante los meses húmedos, cuando el paso prosperaba, los colonos se trasladaron a tierras más altas, pero cuando se secaron, bajaron para cazar vicuñas y probablemente dedicarse a una forma temprana de agricultura. El tesoro Según Oyaneder, algunas de estas trampas tienen alrededor de 6.000 años.
Trascendencia. Encontrar 76 de estas megatrampas de una sola vez es fascinante, pero más importante que el descubrimiento es ver cómo encajan en la historia que hemos conocido hasta ahora.
Los Andes son un entorno hostil y el descubrimiento de estas estructuras sugiere que las culturas andinas primitivas tuvieron una gran resiliencia para adaptarse a las dificultades de las montañas. También sugiere que la caza a gran escala acompañó el desarrollo del pastoreo y la agricultura en la región.
Evolución convergente. Actualmente se analiza si los Chacus representan los sistemas de caza de este tamaño más antiguos de los Andes. Lo interesante, sin embargo, es que existen paralelos con estructuras a miles de kilómetros de distancia. Un ejemplo que ‘Cometas del desierto del Sahara Occidental: grandes estructuras de piedra en forma de “V” que servían para cazar gacelas o antílopes de forma muy similar a la de las culturas andinas.
Es extraño que dos civilizaciones sin contacto hayan desarrollado megatrampas tan similares, pero no es tan extraño y es un fenómeno llamado «evolución convergente». En cualquier caso, el descubrimiento de estas 76 estructuras en los Andes revela una vez más que el técnicas 3D y las imágenes satelitales de alta resolución facilitan el estudio de áreas remotas, grandes o de difícil acceso.
Imágenes | Antigüedad
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