Empate del Real Madrid ante el Girona FC – Desde dentro

El Real Madrid empató (1-1) este domingo ante el Girona FC para sumar su tercera derrota consecutiva en LaLiga EA Sports y la cuarta de los últimos cinco partidos disputados por el conjunto merengue, que atraviesa un gran bajón tras un mes de noviembre con sólo dos triunfos en seis partidos y en el que su poca fiabilidad en casa le ha hecho perder el liderato que reafirmó en el Clásico.

El equipo que entrena Xabi Alonso se mostró un líder sólido y reforzado por su victoria sobre el FC Barcelona (2-1) a finales de octubre, pero el Real Madrid ‘post-Clásico’ se parece poco al de aquellos 10 primeros partidos ligueros. Y, fundamentalmente, es porque se ha hundido en casa.

Tras el Clásico, los blancos ganaron con contundencia (4-0), en la que fue la última gran alegría madridista en un mes de noviembre negro para el conjunto merengue, que parece haber replicado el famoso, como lo catalogó Hansi Flick, ‘shit november’ (‘noviembre de mierda’) que vivió el Barça la temporada pasada. Desde entonces, el Real Madrid cayó en Anfield (1-0), con Thibaut Courtois evitando la goleada, empató sin goles en Vallecas, acabó 2-2 en Elche sin liderar nunca y también se dejó dos puntos en Montilivi tras empezar perdiendo.

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Sólo venció al Olympiacos griego (3-4) en Atenas, no sin dudas ni sufrimiento, para asentarse en el ‘top 8’ de la Liga de Campeones con un ‘póker’ de Kylian Mbappé, una de las pocas buenas noticias para los blancos en las últimas semanas, en las que han revelado problemas en la construcción del juego y peligro que afectan a la regularidad de un equipo que se mostraba mucho más fiable al inicio de temporada. De hecho, sólo ha marcado 15 goles en ocho salidas y ha encajado 10, la mitad de ellos en el derbi ante el Atlético de Madrid (5-2), prueba clara de ese mal desempeño fuera de casa.

Y el Real Madrid de Xabi Alonso ya ha sufrido cinco pinchazos en 19 partidos -14 de Liga y 5 de Champions- en lo que va de año, con tres empates y dos derrotas, todos ellos fuera de casa, porque el rendimiento fuera del Bernabéu es su gran asignatura pendiente. Principalmente, a nivel de solidez defensiva, consiguiendo sólo una portería a cero en los últimos cinco partidos, pese al gran nivel que está mostrando Courtois y con bajas importantes atrás. La pasada temporada se les escaparon 22 puntos (4D y 5E), mientras que en la 23-24, en la que consiguieron el título liguero, se dejaron 13.

Además, las sensaciones no son las mejores, principalmente, aunque la eficacia ofensiva ha empeorado, sin balón. El conjunto merengue empezó organizado en la presión, pero en estos últimos tres empates el engranaje se ha desmoronado.

Antes, hasta Vallecas, promediaba 10,3 recuperaciones en campo rival, mientras que en los tres tropiezos la media era de 6,3. Ahora han permitido 13 tiros rivales de media, y antes 8,6, y la contundencia también ha disminuido, ya que en estas tres eliminatorias han ganado algo más de la mitad (56%) de los duelos aéreos, mientras que hasta el 0-0 ante el Rayo era el 71%.

Hasta esos tres empates fuera de casa, el Real Madrid de Xabi Alonso podía presumir de ser el cuarto mejor inicio liguero de la historia del club, pero ahora el parón es fuerte y claro. Sigue siendo mejor que el inicio del conjunto merengue el año pasado con Carlo Ancelotti, con el que sumó 4 derrotas y 3 empates en los 19 primeros partidos.

Aunque el arranque del Tolosarra sigue siendo igual o mejor que el de los últimos entrenadores que empezaron una temporada en el Real Madrid. Por ejemplo, el propio Ancelotti en la 2021-22, también con 3 derrotas y 2 empates en una campaña en la que el club acabó levantando Liga y Champions.

El técnico español Julen Lopetegui llegó en el verano de 2018 y apenas duró 14 partidos al mando, en los que sólo sumó 6 triunfos, mientras que perdió otros 6 y empató 2 partidos, siendo el último entrenador que no ha terminado una temporada que había iniciado. Y antes, en la 2015-16, Rafa Benítez también sufrió 6 pinchazos (4E y 2D) y fue destituido en enero.

Y, este miércoles, los blancos viajan a San Mamés, escenario en el que ya perdieron (2-1) el año pasado, en la noche en la que Mbappé tocó fondo con un penalti fallado, pero que supuso un punto de inflexión para el conjunto merengue. Los de Ernesto Valverde son siempre un rival complicado y duro, y llegan tras ganar al Levante y con la necesidad de ganar en casa para seguir mirando hacia arriba.

Ahora, el conjunto merengue, con 33 puntos a 1 del líder FC Barcelona, ​​no puede permitirse un cuarto revés en la carrera por el título y para no mermar aún más su nivel de confianza, en un 2025 en el que ha sufrido 11 pinchazos como visitante (7D y 4D), de los 15 que sufrió en total en casa.