El tanque de acero del enorme cohete CZ-9 acaba de hacer
SpaceX está enfrascada en una competencia directa con una variedad de actores en la industria espacial, incluyendo al gobierno

SpaceX está enfrascada en una competencia directa con una variedad de actores en la industria espacial, incluyendo al gobierno chino. A diferencia de muchos otros países, China ha llegado un poco tarde al desarrollo de cohetes reutilizables y al despliegue de su constelación de satélites Starlink, la cual posee un valor estratégico innegable en el actual clima de la carrera espacial. Sin embargo, el país se encuentra decidido a acortar la brecha con el desarrollo de su propia aeronave, conocida como la nave espacial, la cual es impulsada por un enorme cohete que SpaceX está desarrollando en sus instalaciones de Texas.
La nave espacial china. Mientras que SpaceX continúa avanzando en la construcción del lanzador más grande y potente del mundo, un esfuerzo que no ha estado exento de dificultades, el gobierno chino parece tener el pie sobre el acelerador, concentrándose en el desarrollo de su propio sistema de lanzamiento superpesado y reutilizable.
Los renderizadores han terminado. En esta carrera, la Academia China para la Tecnología de Vehículos de Lanzamiento (CALT) ha presentado dos prototipos reales de los tanques de acero inoxidable que formarán parte del CZ-9. Estas estructuras no son de dimensiones menores, con diámetros que alcanzan los 5 y 10.6 metros, lo que contrasta con los 9 metros de ancho de la nave espacial de SpaceX.
El tanque de 10.6 metros se alinea perfectamente con el diseño del CZ-9, pero el propósito del prototipo de 5 metros es aún más enigmático. Tal vez se trate de un experimento que explora la viabilidad de una versión de acero inoxidable del CZ-10, el cohete que China planea utilizar para enviar astronautas a la Luna. Alternativamente, podría ser simplemente un banco de pruebas para validar nuevas tecnologías de fabricación, especialmente considerando que la construcción de estos tanques se llevó a cabo en un tiempo record de 60 días.
La receta de SpaceX. Aunque SpaceX ha alcanzado un dominio notable en la producción de estructuras de acero inoxidable para sus cohetes, el reto que enfrenta China al crear tanques de acero de este tamaño es significativo, dado que la mayoría de los cohetes modernos son fabricados principalmente con aluminio y fibra de carbono.
CALT ha encontrado serios desafíos a la hora de trabajar con acero inoxidable, un material que resulta más complejo de mecanizar que el aluminio y presenta una mayor propensión a sufrir problemas y deformaciones durante el proceso de soldadura. Según la compañía estatal, vencer estos obstáculos requiere la implementación de «varios avances técnicos importantes» en técnicas de ensamblaje y soldadura.
Sin embargo, el uso del acero inoxidable tiene dos claras ventajas: su costo es significativamente más bajo y su capacidad para ser producido a gran escala es valiosa. Además, ha demostrado ser resistente, lo cual es crucial para soportar las tensiones del frenado atmosférico, una característica decisiva para un cohete que aspira a ser totalmente reutilizable y eficiente en el tiempo.
De parcialmente a completamente reutilizable. China tiene la ambición de desarrollar primero una versión parcialmente reutilizable del CZ-9, que está programada para ser completada para el año 2030. Posteriormente, planean lanzar una versión completamente reutilizable, conocida como CZ-9BR, en algún momento entre 2033 y 2035.
Otro aspecto notable que comparten ambas iniciativas es el número de motores y el tipo de combustible empleado: el CZ-9 incluirá 30 motores yf-215 que funcionan con metano, cada uno capaz de generar 200 toneladas de empuje en la primera etapa, lo que permite una capacidad de carga total de 150 toneladas en órbita baja.
De modo que. El CZ-9 tiene un potencial de uso tan variado como el de la nave espacial de SpaceX, que incluye aplicaciones como el establecimiento de una base lunar tripulada, la utilización de inmensas centrales de energía solar en el espacio, telescopios espaciales, y por supuesto, misiones tripuladas a Marte.
Imagen | Frío
En | La advertencia de Elon Musk al gobierno de los Estados Unidos es cierta: China se acerca a desarrollar su propia nave espacial, lo que deja en claro que la competencia en el ámbito espacial se intensifica cada vez más.