El mensaje proporcionado por el Papa Leo XIV en su primera misa como el pontífice más alto del Vaticano: ‘Somos Iglesia’
El jueves 8 de mayo, un evento de trascendental relevancia tuvo lugar en el corazón de la Iglesia Católica,

El jueves 8 de mayo, un evento de trascendental relevancia tuvo lugar en el corazón de la Iglesia Católica, donde se eligió al nuevo Papa, quien será la guía espiritual de millones de creyentes en todo el mundo. Robert Prevost ha sido nombrado como Leo XIV, asumiendo este peso después de un periodo de luto por Francisco, que dejó una marca indeleble en la institución. Para hacer frente a esta transición, se organizó un cónclave que, sorprendentemente, logró elegir al nuevo obispo de Roma en un plazo record de solo dos días.
Este nuevo pontífice es el número 267 de la historia de la Iglesia y es originario de Chicago, EE. UU., aunque tiene una conexión muy importante con Perú gracias a su formación agustiniana en ese país, donde también ostenta la nacionalidad. En la mañana del viernes, Leo XIV celebró su primera misa, un evento cargado de simbolismo, donde se dirigió tanto a los cardenales que lo eligieron como al mundo que ahora estará atento a su liderazgo espiritual.
Lo que Leo XIV dijo en su primer secreto como el Papa
De acuerdo con la tradición, es costumbre que el nuevo Papa celebre una misa después de su elección en honor a los 132 cardenales que participaron en el cónclave, junto con otros miembros del personal del Vaticano. Esta ceremonia tuvo lugar en la Capilla Sixtina, un lugar de gran espiritualidad e historia, antes de que el nuevo pontífice se encontrara con los asistentes en el Klementinrum del Palacio Apostólico.
Papa Leon XIV en su primer número Foto:AFP
Durante esta ceremonia inaugural, las dos primeras lecturas abordaron el Libro del Apocalipsis y el Libro de los Hechos, y fueron leídas en inglés y español, respectivamente. Posteriormente, se avanzó hacia la lectura del evangelio, un momento central de la liturgia.
La lectura principal, basada en San Mateo, trató de cómo los apóstoles reconocieron al Hijo de Dios. En este contexto, el nuevo obispo de Roma ofreció su reflexión, comenzando su intervención en inglés antes de continuar en italiano. Agradeció a los cardenales por su apoyo y por elegirlo como sucesor de Pedro, señalando la importancia de trabajar juntos como una «comunidad de discípulos de Jesús.»
Americano Robert Francis Prevost, 69. Foto:AFP
Leo XIV también abordó el simbolismo presente en las lecturas, centrándose especialmente en el Evangelio, que, a su juicio, subraya la aceptación del «don de Dios» por parte de Pedro y su compromiso de difundir la palabra divina en el mundo. Al desarrollar este mensaje, hizo hincapié en que, lamentablemente, hoy en día “existen muchos contextos donde se ignora la fe cristiana. Hay lugares donde las personas confían más en seguridades como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o incluso el placer.»
Añadió que hay contextos en los cuales «la fe es ridiculizada, obstaculizada y menospreciada;» una realidad que señala la urgencia de la misión en nuestro tiempo, donde las heridas sociales son evidentes y cada vez más profundas.
Robert Francis Prevost pertenece a la organización Agustina. Foto:AFP
Con respecto a esta realidad, destacó que el mundo actual tiende a ver a Jesús como «un líder carismático o una especie de Superman,» recordando al difunto Papa Francisco y su legado, su deseo de que el Hijo de Dios sea reconocido ante todo como el Salvador. En este sentido, se refirió a la misión de la iglesia, describiéndola como «un faro que ilumina las noches del mundo,» llevándola a ser portadora de «buenas noticias.»
Finalmente, concluyó pidiendo «la gracia de Dios a través de la tierna intervención de María, la madre de nuestra iglesia.”
Leo XIV se convierte así en el primer Papa de la Orden Agustiniana y el segundo Papa de América. Tras la elección, su responsabilidad como máxima figura de la Iglesia Católica inicia inmediatamente, asumiendo un rol crucial para la guía del mundo católico. El nuevo sucesor de San Pedro tiene ahora el significativo deber de guiar a millones hacia la fe y la esperanza.
Las enseñanzas y el liderazgo de Leo XIV serán seguidas con atención por millones de parroquias en todo el mundo, quienes esperan que continúe el legado de Francisco y aporte su propia visión a la comunidad global.
Este es un momento emocionante y desafiante en la historia de la Iglesia, que se encuentra en una continua evolución.