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El asiento mentiroso es la gran pelea entre los pasajeros. Una aerolínea neozylandesa cree que la solución

Si has viajado en avión, es casi seguro que has experimentado una situación incómoda. Te acomodas en tu asiento,

El asiento mentiroso es la gran pelea entre los pasajeros. Una aerolínea neozylandesa cree que la solución

Si has viajado en avión, es casi seguro que has experimentado una situación incómoda. Te acomodas en tu asiento, aseguras tu cinturón, colocas tus auriculares y sumerges tus ojos en un buen libro. Pero, de repente, te ves en una situación desagradable: la parte trasera del asiento del pasajero que está delante de ti se inclina hacia atrás, invadiendo de inmediato tu espacio personal. La comodidad que tenías se esfuma, y lo peor es que poco puedes hacer para solucionarlo. Después de todo, los asientos están diseñados para reclinarse.

Sin embargo, hay una aerolínea en Nueva Zelanda, Air New Zealand, que ha tenido una idea para abordar este tipo de situaciones. Aunque su propuesta es limitada y actualmente solo se aplica a la clase premium, al menos ofrece una solución a un problema que genera discusiones interminables y, en ocasiones, incluso peleas en el avión.

El secretario del asiento. Durante un período de un año, Heather Poole, una azafata estadounidense y autora del libro «Crazy Passengers at 35,000 Feet,» compartió en el sitio web de CNN un artículo que contenía una dosis de ironía sobre uno de los principales problemas que enfrentan los miembros de la tripulación durante los vuelos: las peleas que a menudo surgen por los asientos reclinables.

«Además de las quejas sobre la falta de Wi-Fi o problemas con el sistema de entretenimiento, los asistentes de vuelo reciben más quejas sobre los asientos reclinables que sobre cualquier otra cosa», explicó Poole, narrando un incidente en el que un pasajero amenazó con golpear a otro si este bajaba más su asiento. «Se puede reclinar un asiento y nadie puede hacer nada al respecto», advirtió la azafata. «Si reaccionas así, serás tú quien quedará mal al final».

Y el aire de Nueva Zelanda llegó. Air New Zealand ha decidido modernizar su flota con el fin de solucionar las disputas sobre los asientos reclinables. La aerolínea, que tiene su sede en Auckland, ha introducido el primer «reacondicionamiento» de un avión 787-9 Dreamliner para redefinir el diseño de sus cabinas, incluyendo nuevos asientos, todos con características especiales. A la hora de abordar este tema, es importante resaltar las particularidades de la clase premium, que busca resolver los temores comunes de los pasajeros.

La aerolínea no solo ha agregado algunas «alas» laterales a los asientos para aumentar la privacidad y el espacio de almacenamiento. También ha implementado un diseño que asegura que un viajero, si decide reclinar su asiento, no incomode a la persona que se encuentra detrás. «Todos los asientos cuentan con un respaldo fijo, lo que significa que el reclinamiento no afecta al pasajero que está detrás de ti», asegura.

¿Es la solución final? Sin lugar a dudas, esta propuesta es interesante y aborda un problema que, aunque que a algunos les puede parecer anecdótico, afecta significativamente la experiencia de vuelo para muchas personas, además de obligar al personal de cabina a intervenir.

El concepto de un asiento reclinable con un diseño exterior que impide que el respaldo se incline hacia atrás no es nuevo (al menos en trenes). Air New Zealand ha decidido limitar esta innovación a su clase de economía premium. Por el momento, los asientos de clase turista del 787-9 no presentan esta novedad y siguen siendo los asientos reclinables tradicionales.

La aerolínea está comprometida con la modernización de su modelo 787-9 y planea presentar su primer avión en un vuelo desde Auckland a Brisbane el 19 de mayo. Además, la compañía tiene en marcha un segundo avión en Singapur y espera contar con siete unidades listas para finales de año. «El 14 de los aviones Boeing 787-9 de la flota de Air New Zealand se adaptarán a esta nueva configuración de cabina para fines de 2026», anunció un portavoz de la compañía.

¿Qué tan grave es este problema? «La verdad es que las aerolíneas han incorporado demasiados asientos en un espacio limitado. ¿Recuerdas el espacio para las piernas?», ironiza Poole. Esto refleja una idea clave: la optimización no solo responde a un tema de comodidad, sino que también es (y sobre todo) un dilema económico. Los aviones cuentan con capacidades limitadas, y los fabricantes buscan maximizar ese espacio, lo que resulta en una mejora tanto para los pasajeros como en términos de ganancias para las aerolíneas.

Este problema es de tal magnitud que algunas aerolíneas han optado por reducir la inclinación de sus asientos o limitar la acción de reclinación. En esta industria, se han propuesto ideas extremas, como la instalación de asientos fijos que limitan el ajuste, abordando directamente la discordia entre pasajeros. También existen propuestas más innovadoras, como la del empresario español Alejandro Núñez, quien idea un asiento de dos alturas que promete revolucionar la experiencia de vuelo a bajos costos.

¿Adiós a las peleas? Ese es el objetivo. Las innovaciones que propone el nuevo diseño de los asientos de Air New Zealand son parte de un esfuerzo mayor por traer «paz» entre los pasajeros en un espacio compartido. No son los únicos en esta búsqueda; hay compañías que han desarrollado dispositivos que evitan que el asiento de adelante se recline, mientras que TikTok también ha popularizado trucos cuestionables para evitar molestias, como dirigir el aire acondicionado hacia el asiento de atrás.

Fotos | Air New Zealand

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