¿El 2013 habrá repetido repetidamente con la llegada de un papa inesperado?
A pesar de que el cardenal italiano Angelo Scola fue considerado el candidato preferido durante el Konklav de 2013

A pesar de que el cardenal italiano Angelo Scola fue considerado el candidato preferido durante el Konklav de 2013 para suceder a Benedicto XVI, fue el argentino Jorge Mario Bergoglio quien emergió en esa ocasión como «el Papa del fin del mundo». Esta vez, las circunstancias parecen estar alineadas para que un nuevo italiano, Pietro Parolin, asuma el liderazgo tras la renuncia de Francisco. En un contexto complicado, donde 133 cardenales votantes conforman un colegio cardinal más polarizado y versátil que nunca, muchos se preguntan si el curso de la historia se repetirá y si un líder inesperado puede nuevamente sorprender al mundo.
Poco después del inicio del cónclave, se escucha a Pietro Parolin discutir en los corredores del Vaticano. Con 70 años de edad, su perfil diplomático, su tono sosegado y su italianidad lo convierten en un candidato de peso en esta contienda.
Sin embargo, Parolin también es un personaje que genera controversia: su papel en casos de abusos, su oposición a la igualdad matrimonial y su cercanía a los sectores tradicionales de la curia han creado resistencia en algunas partes de la comunidad católica. Se estima que podría contar con el respaldo de entre 20 a 30 votos, y sus posibles nombres papales incluyen Juan XXIV, Clemente XV o Pío XIII.
Históricamente, desde 1903, ningún Secretario de Estado ha sido elegido como Papa.
El cardenal Pietro Parolin tiene 70 años. Foto:Tiktok @cardinalale_pieroparolin
Otro contendiente es Luis Antonio Tagle, de 67 años, quien dirige el dicasterio para la evangelización. Proclama un carisma que resuena con el papa Francisco y representa a Asia, enriqueciendo la diversidad del sur global.
Su estilo pastoral, moldeado durante su formación como sacerdote en la Sociedad de San Sulpicio, lo hace atractivo para quienes se identifican con el enfoque franciscano. Sin embargo, Las críticas relacionadas con su manejo de abusos en la Iglesia en Filipinas y su limitada experiencia administrativa podrían limitar su atracción. Los posibles nombres papales de Tagle incluyen Francisco II, Leo XIV o Juan Pablo III.
Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia a sus 69 años, se presenta como una figura centrista. Su trabajo en procesos de paz con la comunidad de Sant’Egidio le ha granjeado respeto tanto entre progresistas como moderados. Su discurso se ha moderado para atraer a sectores conservadores, lo que ha llevado a algunos rumores a apuntalen su candidatura como un posible consenso. Si Parolin se estanca, podría ser Zuppi quien emerja como el personaje destacado, con nombres papales como Francisco II, Pablo VII o Juan XXIV.
Luis Antonio Tagle fue nombrado cardenal por Benedicto XVI y mantiene cercanía con Francisco. Foto:Noticias del Vaticano
¿Quién podría sorprender como el nuevo Papa?
El sur global, que incluye regiones críticas como África, Asia y América Latina, está cobrando mayor peso en el cónclave.
Pierbattista Pizzaballa, de 60 años y patriarca latino en Jerusalén, representa una alternativa pastoral sólida. Es reconocido por su capacidad de diálogo interreligioso en el Medio Oriente, además de su conexión con el clero francés, lo cual le da un perfil moderado que podría ser considerado como última opción si los favoritos inicialmente no logran consolidar su apoyo. Nombres papales que podrían asociarse con él incluyen Juan Pablo III, Benedicto XVII o Gregorio XVII.
Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa a sus 64 años, también se perfila como una voz influyente en temas de ecología, pobreza y justicia social. Su liderazgo en África tiene el potencial de atraer un apoyo que no provenga de Europa. Sus alternativas como nombres papales incluyen Francisco II, Leo XIV o Benedicto XVII.
Además, Mario Grech, un cardenal maltés de 67 años y Secretario General del Sínodo, es visto como una figura neutral y conciliadora. Existen rumores en las redes sociales de que Jean-Claude Hollerich lo está impulsando como un candidato inesperado. Su elección reflejaría continuidad, y sus nombres papales podrían ser Juan XXIV, Gregorio XVII o Benedicto XVII.
Peter Turkson, un cardenal ghanés de 76 años, aúna un conservadurismo doctrinal con posturas progresistas en temas ecológicos. Sus nombres papales pueden incluir Benedicto XVII, Francisco II o Juan XXIV.
Cardenal Matteo Zuppi Foto:Archivo privado
Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo de 65 años y jesuita, guía el proceso sinodal. De acuerdo con la revista America, encarna el espíritu reformista de Francisco, aunque su perfil progresista puede encontrar resistencia. Posibles nombres papales para él son Francisco II, Juan XXIV o Ignacio I.
Dentro de las figuras conservadoras se encuentran Peter Erdo de Budapest y Raymond Burke de los Estados Unidos, quienes atraen la atención de aquellos que se oponen a las reformas introducidas por Francisco. Según lo informado por el New York Times, ellos buscan una iglesia más centrada en la doctrina. Sus nombres papales podrían ser Pío XIII (para Erdo) o Clemente XVI (para Burke).
Una iglesia dividida y problemática
El cónclave bajo la dirección del cardenal, presenta a 133 votantes de 71 países, los más versátiles en la historia reciente.
De los 135 cardenales elegibles, se informa que Antonio Cañizares (España) y John Njue (Kenia) están ausentes por motivos de salud, según la Agencia de Noticias Católicas. Cañizares, por su postura conservadora, podría haber fortalecido el bloque español (que cuenta con cinco votantes) y los sectores tradicionales que respaldan figuras como Erdo o Burke. Njue, con influencia en África (18 votantes), podía haber orientado a los candidatos como Ambongo o Turkson.
Su ausencia debilita ligeramente a España y su peso y beneficia a África en un contexto en que Europa cuenta con 53 votantes (19 son italianos), aunque el potencial de Asia y América Latina se incrementa. Más del 80 % de los votantes han sido nombrados por Francisco, no obstante, la polarización entre reformistas y tradicionalistas genera una ansiedad palpable para el futuro de la iglesia.
El Sínodo sobre Sinodalidad (2021-2024), una consulta global destinada a reformar la participación dentro de la Iglesia, ha intensificado esta polarización, al igual que el rechazo hacia las bendiciones de parejas del mismo sexo (2023), el rol de las mujeres y la gestión de los casos de abuso. Las críticas acerca de la lentitud en las reformas y la resistencia conservadora alimentan un clima de incertidumbre que el próximo Papa deberá enfrentar con destreza.
Los cardenales participan en una misa para el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. Foto:AFP
Los analistas del Vaticano afirman que, durante la primera votación, Parolin, Tagle y Zuppi concentrarán los votos.
De acuerdo con Sportsbook Review, Parolin es el favorito en las apuestas, con una cuota de +225, lo que significa que por cada 100 euros apostados, se ganarían 225 si resulta seleccionado; Tagle tiene +400, lo que ofrecería 400 euros por cada 100 apostados. Si Parolin no consigue superar los 30 votos, es probable que su apoyo se traslade hacia Zuppi o Pizzaballa. En caso de que Tagle no consolide su respaldo más allá de Asia, su candidatura podría perder fuerza. En un escenario de estancamiento, Ambongo, Grech o Hollerich podrían aprender la lección y surgir como fuertes contendientes.
Aunque los conclaves de 2005 y 2013 terminaron en dos días, la diversidad y la polarización actual podrían extender este proceso por tres o cuatro días más. Un respiro después de 12 votos sin consenso podría generar una presión considerable.
La realidad es que el próximo Papa no necesariamente será quien inicie con un mayor apoyo, sino quien logre unir a una iglesia polarizada, representada por sus cardenales, en busca de un líder que inspire unidad, diálogo y construya puentes, tal como lo hizo aquel humilde sacerdote argentino en 2013.
Ana María Jaramillo Vargas – Especial para El Tiempo – Miami
¿Habrá un papa latinoamericano? Foto: