Colombia debe pasar del discurso global para lograr resultados concretos – Desde dentro
En su cuarto año de mandato, El presidente Gustavo Petro enfrenta un complejo escenario internacional Y con la urgencia


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Con Washington, La intersección de los cargos, la cancelación de la entrada de vuelos con deportados, los aranceles introducidos por la administración Trump y la emoción de la lucha anti -fílares y la no recelación de delincuentes han expuesto la cooperación bilateral histórica en la zona de riesgo.
La relación, una vez estratégicamente, se ha vuelto fugaz, y la amenaza de una posible desesperación en septiembre marca un punto crítico.
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Gustavo Petro y John McNamara, jefe de la embajada de los Estados Unidos en Bogotá. Foto:Presidencia
«El gobierno debe evitar nuevas confrontaciones públicas y buscar un consenso mínimo sobre la seguridad, el comercio y la lucha contra el tráfico de drogas, ya que las diferencias con Washington permanecerán hasta agosto de 2026 cuando hay una nueva administración en Colombia», dice el analista Rafael Piñeros.
Lo positivo y negativo de Colombia en la política exterior, en seis claves
Lo positivo
- Boom multilateral: Colombia ha reanudado la apariencia regional y aumentó su presencia multilateral como actor climático y DD. HH., Pero con una pequeña implementación interna.
- Defensa de la paz: La defensa del acuerdo de paz en escenarios internacionales ha sido una constante diplomática para atraer la cooperación global y la legitimidad.
- Posicionamiento de la ONU: La entrada al Consejo de Seguridad de la ONU como miembro no permanente permite a Colombia afectar los debates importantes y tener un gran prominente.
Lo negativo
- Tensiones con los Estados Unidos: Aunque se mantienen los canales diplomáticos, existe una creciente desconfianza mutua y mensajes conflictivos que han debilitado el vínculo histórico.
- Frgagil -arter: La relación pragmática con Venezuela, sin críticas al régimen de Maduro y las tensiones para las deportaciones con Ecuador, refleja la fragilidad en la política del vecindario.
- Deterioro del servicio externo: La alta rotación de los funcionarios y la administración política del Ministerio de Asuntos Exteriores ha restado la profesionalidad y la continuidad en la política exterior del país.
Hay incertidumbre para el futuro de los pasaportes colombianos. Foto:César Melgarjo
A nivel regional, El gobierno de Petro ha elegido el pragmatismo cuando se trata de relación con VenezuelaProtege la actividad comercial y migratoria, pero con grietas que amenazan la estabilidad regional. También con Ecuador El uso político del tema de los deportadores ha deteriorado la confianza bilateral, debilitó la cooperación contra las amenazas transnacionales, un punto clave para el último período.
Lograr resultados concretos, como la admisión a BRIC o avanzar en los acuerdos aduaneros con los Estados Unidos.
A esto se agrega al debilitamiento progresivo del Servicio Exterior, caracterizado por la politización de las acusaciones diplomáticas Y la falta de continuidad institucional en el Ministerio de Asuntos Exterioresentonces Ha reducido la eficiencia de la estrategia extranjera y dónde la papa caliente para la expedición del pasaporte -¿Qué sucederá con Portugal? Será una de las inversiones que se espera como un desafío importante para el gobierno.
Con respecto a su ambiciosa agenda global centrada en el cambio climático, los derechos humanos y la defensa del Acuerdo de Paz, la historia de Colombia como un «poder mundial» ha encontrado eco en espacios como la ONU o el Grupo de La Haya, especialmente con su posición contra la guerra en Gaza que le hizo romper las relaciones con Israel.
Consejo de la ONU. Foto:AFP
Sin embargo, Los expertos critican que Petro no ha ido a la acción cuando la reacción violenta en seguridad interna y la falta de resultados en la «paz total» resta la credibilidad para el discurso.
«Lograr resultados concretos, como la entrada en BRIC o el progreso en los acuerdos aduaneros con los Estados Unidos, será la clave para legitimar una política exterior que hasta ahora se ha destacado más por su ambición discursiva que por sus efectos concretos. El desafío es convertir la visibilidad internacional en influencia y beneficios reales para el país».