Cartagena exige justicia tras la muerte de una joven profesora a manos de su pareja sentimental cuando salía del colegio donde trabajaba – Desde dentro
Una paradoja bañada en sangre conmocionó a Cartagena. En este Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra

Una paradoja bañada en sangre conmocionó a Cartagena. En este Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Una profesora de ética fue asesinada por su expareja afuera de su escuela.
El calendario marcaba el martes 25 de noviembre, fecha coloreada de violeta en todo el mundo para conmemorar la lucha contra la violencia de género.
en clases Institución educativa Francisco de Paula Santander en el norte de Cartagena, Beatriz Elena Suárez MartínezA sus 43 años, quizá haya dicho algunas palabras sobre el respeto y la vida. Ella era, al fin y al cabo, una profesora de Ética y Valores.
Pero a las cuatro de la tarde, cuando sonó la última campana y terminó la jornada laboral, la teoría chocó brutalmente con la realidad en el barrio La María, en la carrera 30.
Beatriz, originaria de Montería pero hija adoptiva de “La Heroica” por vocación, regresó a casa como un día más. No sabía que la muerte la esperaba en la acera, encarnada en la persona que una vez juró amarla.
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Una cita con la tragedia
Beatriz Elena Suárez Martínez, 43 años, víctima. Foto:archivo privado
Alexi Velazco Salazar, de 51 años, la estaba esperando. No fue un encuentro casual. Según reportes de la Policía Metropolitana de Cartagena, aprox. El hombre interceptó a la docente apenas ingresó a su ambiente laboral. Los testigos informan que hubo una breve discusión, durante la cual se pronunciaron palabras urgentes y tensas, que suelen preceder a un desastre.
Velazco Salazar no se dio tiempo a pensar. Sacó un arma de fuego y disparó múltiples veces contra una mujer que había entrenado a decenas de jóvenes en Cartagena. Beatriz cayó al asfalto, convirtiéndose en una cifra más en la estadística que había intentado combatir ese mismo día.
Inmediatamente después, en un momento de terror que paralizó a los transeúntes, el verdugo se convirtió en su propio juez. Con la misma arma con la que quitó la vida al maestro, Velazco se hirió, cayendo muerto junto a su víctima.
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Crónica de una muerte anunciada
El levantamiento de los cadáveres no sólo reveló la brutalidad del acto, sino también las grietas del sistema que no pudo proteger a Beatriz. Alexi Velazco ya ha sido acusado de violencia doméstica. La amenaza estaba oculta, escrita en los expedientes, pero se materializó en plomo.
La noticia se extendió por toda la ciudad, convirtiendo las celebraciones del 25 de noviembre en un duelo real y tangible. Fecode, el sindicato de docentes de todo el país, no tuvo que esperar mucho para pronunciarse con una mezcla de rabia y dolor.
«Con gran dolor rechazamos el asesinato de nuestra colega… Seguirá siendo recordada como una profesora reconocida y muy querida», afirmó la organización, finalizando su mensaje con un grito de guerra que ayer sonó más apagado que nunca: «¡Nunca más! ¡Queremos que vivan!».
eco de dolor
Mientras los peritos forenses acordonaban el lugar en La María, las reacciones se extendieron por toda la ciudad.
Laura Tami, secretaria de la Mujer en Bogotá, recordó ante la situación que vive el país que una vida libre de violencia «no es un favor, no es una mendicidad; es parte de los derechos que tenemos».
Pero para la familia de Beatriz y sus estudiantes en Francisco de Paula Santander, las palabras de consuelo compiten con el vacío de la ausencia. La profesora de ética, la que enseñó a vivir con justicia, le dio su última lección de la manera más dolorosa: recordándole a Cartagena que la violencia contra las mujeres no es un discurso en el calendario, sino una emergencia que pasa por las calles con armas de fuego.
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