Así opera una red de la dictadura de Venezuela para controlar y manipular el discurso en las redes sociales – Desde dentro
El 19 de julio de 2024, una encuesta publicada en la red social X activó una respuesta inmediata dentro

El 19 de julio de 2024, una encuesta publicada en la red social X activó una respuesta inmediata dentro del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información de Venezuela (Mippci), el organismo encargado de coordinar la estrategia comunicacional del Gobierno.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante su programa de televisión ‘Con Maduro +’. Foto:EFE
El sondeo, divulgado por el medio digital venezolano ‘La Patilla’, preguntaba a los usuarios por quién votarían si las elecciones presidenciales se celebraran ese domingo, una semana antes de los comicios del 28 de julio. Las primeras respuestas favorecían al candidato opositor Edmundo González Urrutia, pero poco después comenzaron a transmitirse unas instrucciones desde el ministerio que cambiarían todo.
A través de Siscom –un sistema de comunicaciones operado por el ministerio para distribuir mensajes y organizar campañas comunicacionales del gobierno de Nicolás Maduro– altos funcionarios del Mippci emitieron una serie de mensajes dirigidos a miles de empleados públicos, militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y comunicadores afines.
“Recordemos que la oposición paga por bots, paga por cuentas inorgánicas. Y nosotros no somos robots, somos seres humanos. Debemos activarnos todas y todos para poder lograr los objetivos en el entorno de las redes sociales”, ordenó Johannyl Rodríguez, el viceministro de Comunicación e Información, en una nota de voz enviada a las 4:38 de la tarde a centenas de grupos de chat en el sistema.
La tarea estaba clara: votar en masa por Nicolás Maduro. La encuesta ‘en línea’ llegó a acumular 94.395 votos –más del 70 por ciento a favor de Maduro–, antes de que fuera eliminada por ‘La Patilla’, tras detectar un aumento inauténtico en la participación.
El episodio es uno entre muchos. La Hora de Venezuela pudo rastrear su desarrollo gracias a una filtración inédita de cómo opera Siscom: una app disponible desde marzo de 2024 y que acumulaba más de 10.000 descargas para mayo de 2025.
El entramado se organiza y ejecuta la distribución de contenidos a través de casi 600 grupos. Foto:iStock
Una de sus imágenes promocionales la describe como “el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (Sibci) justo en la palma de tu mano”.
La filtración, de más de 9 gigabytes, incluye mensajes, notas de voz, manuales e instrucciones internas enviadas durante 12 meses, hasta mayo de 2025, que revelan cómo se organiza y ejecuta la distribución de contenidos a través de casi 600 grupos integrados por funcionarios, militantes del PSUV y empleados de medios estatales y comunitarios.
La revisión del material filtrado revela un sistema diseñado para amplificar las narrativas oficiales, responder a coyunturas políticas y moldear la conversación digital desde una estructura centralizada.
Los documentos detallan cómo el gobierno de Nicolás Maduro utiliza esta red para posicionar contenidos en línea, contrarrestar discursos críticos y reforzar su control sobre el espacio informativo.
Siscom, una operación planificada desde el Estado venezolano
La red interna de Siscom está compuesta por 597 grupos de mensajería, según un levantamiento realizado en mayo de 2025. Al ingresar, los usuarios pueden incorporarse a múltiples canales predefinidos. Algunos están dirigidos a personal de medios estatales; otros, a funcionarios de gobernaciones, alcaldías e instituciones públicas. También hay espacios reservados para estructuras de base del partido de gobierno.
Con 234 grupos, las Brigadas de Agitación, Propaganda y Comunicación (APC) del PSUV –la red interna de propagandistas del partido de gobierno– representa la categoría más numerosa dentro del Siscom. Les siguen 214 grupos vinculados a alcaldías, 35 asociados a ministerios, 23 a gobernaciones y 52 conectados a movimientos sociales y redes de comunicadores populares, como el Movimiento Free Alex Saab, la red de Comunicadores Clap y vocerías de Misiones y Grandes Misiones.
A la red se suman grupos formados por empleados de medios estatales y entes adscritos al Mippci. Veinte están dedicados a medios bajo el paraguas del Sibci, como Venezolana de Televisión, Telesur, TVes y los llamados Medios Alternativos y Comunitarios (MAC).
Buena parte de la actividad en Siscom está centralizada en pocas voces. La mayoría de los mensajes analizados por La Hora de Venezuela fueron enviados por funcionarios del Mippci, entre ellos el viceministro Johannyl Rodríguez –autor de 1.547 publicaciones únicas– y el ministro Freddy Ñáñez, con 153 mensajes difundidos en poco más de un año. La filtración también incluye 138 notas de voz, en su mayoría grabadas por altos cargos del ministerio, y 51 documentos y manuales que detallan la planificación de campañas específicas.
Imagen de referencia del una publicación en X sobre #BukeleSecuestrador. Foto:Captura de pantalla / X
“Feliz Domingo de Ramos, un abrazo para todo el Siscom”, saludó el ministro Freddy Ñáñez el 20 de abril de 2025 en una nota de voz dirigida a los grupos internos del sistema. Luego lanzó la orden: “El fascista Nayib Bukele le está buscando camorra al presidente por Instagram y, como águila no caza mosca, vamos a responderle desde el pueblo con todo”.
La campaña, que surgió como respuesta a la deportación de ciudadanos venezolanos desde Estados Unidos hacia El Salvador, incluyó dos etiquetas: #BukeleSecuestrador y #BukeleLameCuloDeTrump. Sin embargo, no fue una reacción ciudadana espontánea, sino una operación planificada desde el Estado.
Como en otras ocasiones, Siscom activó a militantes, empleados públicos y creadores de contenido –formados en academias estatales de propaganda– para ejecutar la campaña. Y los contenidos se replicaban en redes sociales y medios del Sibci como Venezolana de Televisión.
Las cuentas que posicionan estas etiquetas suelen ser manejadas por operadores humanos que actúan como bots: publican decenas de mensajes al día y, en ocasiones, una sola persona puede gestionar a varias cuentas. Algunos operadores reciben pequeños bonos estatales por su participación, según investigaciones.
Instrucciones precisas sobre el manejo de redes sociales
Siscom empezó a ejercer un rol más directo a principios de 2024. Centralizó las instrucciones y reguló no solo qué debía publicarse, sino también cuándo, cómo y en qué redes sociales hacerlo.
El viceministro de Comunicación e Información de Venezuela, Johannyl Rodríguez. Foto:@Valdiviesita / X
El 2 de junio de 2024, el viceministro Johannyl Rodríguez indicó paso a paso cómo interactuar con publicaciones del presidente Nicolás Maduro en Instagram: “le doy like, le hago comentario, le doy like al comentario positivo con más likes para que marque el ritmo de la conversación en los comentarios, comparto en otras redes sociales, guardo y descargo el post que tenga el presidente en el momento”.
Una de las campañas coordinadas a través del Siscom fue #NicoLike, impulsada el 26 de mayo de 2024. A través del sistema, se distribuyeron instrucciones específicas, en formato pdf, incluyendo cronograma dividido por franjas horarias para publicar los contenidos, junto a la etiqueta, en redes sociales. A las 6 a. m. comenzaba el Mippci; luego seguían consejos comunales, Comunicadores Clap, Milicia Bolivariana, alcaldías, gobernaciones y ministerios.
En el documento también se detallan pautas para “castigar” comentarios que los usuarios del Siscom interpreten como mensajes de odio contra Nicolás Maduro. Aplicado a gran escala, este esquema puede hundir las críticas y hacer parecer que la mayoría respalda a Maduro.
‘No quedar en evidencia’
Varios mensajes que circularon en Siscom incluían instrucciones para ejecutar acciones sin dejar rastros oficiales. El 4 de julio de 2024, al iniciar la campaña presidencial, el ministro Freddy Ñáñez ordenó difundir contenidos en redes y “mostrar la presencia del pueblo en la calle”, con una advertencia clara: “Prohibido el uso de logos, imágenes de instituciones, gobernaciones, alcaldías”.
Aunque la movilización de empleados públicos y recursos estatales es habitual en marchas del PSUV, con la táctica se intentaba hacer ver su presencia como espontánea.
En otros momentos se dieron instrucciones para que ciertos contenidos circularan únicamente por canales informales –cuentas de militantes, anónimas o portales distintos a los del Sibci–, especialmente cuando se necesita evitar que los mensajes pudieran atribuirse directamente al Estado.
En septiembre de 2024 se envió un video en el que una mujer insulta a opositores desde su auto, acompañado de la frase de Johannyl Rodríguez: “Full por los caminos verdes”, es decir, difundir a través de cuentas “no oficiales”. Y en enero de 2025 el Mippci impulsó una campaña de protesta contra Donald Trump, por el indulto a dos policías estadounidenses, en la que se resaltaban las contradicciones de la política estadounidense respecto al respeto de los derechos humanos.
Los opositores María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. Foto:Getty Images
Todos estos contenidos y narrativas son compartidos de forma simultánea en distintas plataformas. También en X, a pesar de que, oficialmente, la plataforma está bloqueada por el propio régimen desde inicios de agosto de 2024.
Durante una coyuntura crítica como fue el apagón nacional del 30 de agosto de 2024, atribuido oficialmente a un sabotaje, el propio Freddy Ñáñez ordenó en una nota de voz: “Vamos al combate mediático (…) Los que tengan VPN que puedan hablar por X, háganlo. Denunciar el sabotaje eléctrico por parte de María Corina Machado y Edmundo González”.
Mensajes amañados y falsos
El 30 de abril de 2025, en medio del anuncio de un ajuste al ingreso básico, el Ministerio de Comunicación activó de nuevo su maquinaria digital. “Debemos titular el gran esfuerzo que hace el presidente Nicolás Maduro”, escribió Johannyl Rodríguez en un mensaje a los grupos del Siscom. Pero el aumento no era en el salario mínimo, sino en el ingreso mínimo integral (IMI), un concepto creado para sumar a los ingresos de la gente junto con otros beneficios como el bono de guerra económica y el cestaticket.
Organizaciones como Provea y Acceso a la Justicia han denunciado que esta política de ‘bonos’ debilita los derechos laborales, ya que el salario mínimo (único componente con respaldo constitucional y que sirve de referencia para prestaciones sociales y aportes al sistema de seguridad social) está congelado desde 2022 en alrededor de 130 bolívares (unos 3,5 dólares) y sigue siendo el más bajo de América Latina.
Pero la instrucción del viceministro fue precisa: “NO discriminar el aumento al ingreso mínimo integral sino dar la cifra entera”. Con esta estrategia comunicacional se intentó presentar el ajuste como un logro, mientras se ocultó el hecho principal: que el salario mínimo no había sido aumentado.
No es el único caso de desinformación. El 23 de enero de 2025 se enviaron una serie de «lineamientos» basados en un discurso de Nicolás Maduro sobre la lucha contra el ‘Tren de Aragua’ y otros grupos criminales, y su supuesta vinculación con la “extrema derecha” venezolana.
El texto iba acompañado con una nota de voz atribuida al líder criminal Wilexis Acevedo, en el que lanzaba amenazas contra varios funcionarios del Gobierno venezolano. El audio, sin embargo, no era ni nuevo ni auténtico.
El 9 de enero de 2025, la líder opositora María Corina Machado salió de la clandestinidad para encabezar una concentración en Caracas. Al terminar el acto, desapareció por varias horas y comenzaron a circular rumores de que había sido secuestrada o detenida. Poco después, portales y cuentas progubernamentales comenzaron a difundir un video de “fe de vida”, donde aparecía cubriéndose la cabeza con la capucha de su chaqueta.
Partidarios de Maduro durante las elecciones de 2024. Foto:Federico Parra. AFP
Uno de los que ayudó a difundir el clip fue el viceministro Johannyl Rodríguez, quien lo reenvió a los grupos de Siscom a las 5:25 p. m: “Un falso positivo más, un show para tapar el fracaso”, escribió.
Diez días después, una investigación demostró que Machado efectivamente estuvo bajo custodia de la Policía Nacional Bolivariana por casi dos horas antes de ser liberada, desmontando la desinformación de que se trataba de un “falso positivo”.
(* ) El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra. Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que se han impuesto.
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