Así es el poderoso arsenal bélico de Estados Unidos en el Caribe en plena tensión con Venezuela – Desde dentro
Él Mar Caribe se ha convertido en el escenario de una inusual y poderosa demostración de poderío militar por


Él Mar Caribe se ha convertido en el escenario de una inusual y poderosa demostración de poderío militar por parte de Estados Unidos. Washington justificando el despliegue como una operación a gran escala contra el narcotráfico en la región, argumentando que el gobierno venezolano está «cooptado» por los cárteles de la droga.
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Sin embargo, Caracas rechaza las acusaciones, interpretándolas como una clara amenaza directa a su soberanía. El envío de un gran contingente de buques de guerra, aviones y miles de soldados a la zona de responsabilidad de Comando Sur de EE. UU. no tiene contraparte desde la invasión de Panamá en 1989.
Llegada del Gigante: USS Gerald Ford
Lo más destacado de este despliegue fue el anuncio del envío del USS Gerald Ford, un portaaviones de propulsión nuclear. Considerado el buque de guerra más grande de la historia, con un desplazamiento superior a las 100.000 toneladas, este coloso representa un aumento significativo de la presencia militar estadounidense en la región.
La ofensiva de Trump se expandió al Pacífico. Foto:Getty Images vía AFP
El punto fuerte del Gerald Ford reside en su capacidad aérea: puede transportar más de 75 aviones de combate, incluidos los cazabombarderos F/A-18 Super Hornet. Con su llegada, la flota desplegada supera el número de aviones de combate de toda la Aviación Nacional Bolivariana de Venezuela (que opera 39 aviones de combate F-16 y Sukhoi Su-30).
El portaaviones está acompañado por el Carrier Strike Group 12, escoltado por destructores clase Arleigh Burke.
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El poder naval de los Estados Unidos en detalle
La acumulación de fuerzas en el Caribe incluye poderosos activos navales y tecnología avanzada:
- Destructor clase Arleigh Burke: Al menos tres de estos barcos ya se encontraban en la región, junto con otros tres que escoltaban al portaaviones. Estos destructores son la piedra angular de la flota moderna, están armados con misiles guiados Tomahawk para atacar objetivos terrestres y están equipados con el sistema de defensa aérea Aegis.
El destructor de misiles guiados USS Gravely, clase Arleigh Burke. Foto:DVD/AFP
- Buques de asalto anfibios: El despliegue incluye buques como el USS Iwo Jima (de tamaño similar a un portaaviones de tamaño mediano) y buques de transporte anfibio, diseñados para cargar, transportar y desembarcar a aproximadamente 4.000 hombres (entre tripulantes e infantes de marina) junto con su equipo, además de operar helicópteros y aviones de lanzamiento vertical.
La respuesta de Venezuela
Desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro ha respondido al despliegue anunciando movimientos de sus propias fuerzas militares y milicias. Al asegurar que Venezuela cuenta con 5.000 misiles Igla-S de fabricación rusa para su defensa, el presidente reiteró que «ningún imperio tocará el suelo sagrado de Venezuela».
La tensión también se ha reflejado en el espacio aéreo. En las últimas semanas, se han identificado bombarderos estratégicos estadounidenses, como el B-52H (que puede portar armas nucleares) y el supersónico B-1 Lancer, volando peligrosamente cerca de la costa venezolana.
Nicolás Maduro afirma tener 5.000 misiles Igla-S de fabricación rusa. Foto:Vtv
Desde el inicio de la operación, Estados Unidos ha informado de la destrucción de al menos 10 embarcaciones presuntamente cargadas de droga que navegaban en aguas internacionales, con un trágico saldo de 43 muertos. El despliegue, sin precedentes en las últimas décadas, pone de relieve el estado de máxima tensión en el Caribe, donde los intereses geopolíticos se cruzan con la lucha contra el narcotráfico.
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