Al igual que el aceite de coco, fue la última tendencia de «diluido sin esfuerzo»
Una moda reciente para perder peso se ha vuelto viral en las redes sociales, pero esta vez se presenta

Una moda reciente para perder peso se ha vuelto viral en las redes sociales, pero esta vez se presenta a través de grasas saturadas. Solo tienes que buscar «aceite de coco en ayunas» en TikTok para encontrar miles de videos que promueven esta técnica como una solución mágica para la pérdida de peso. En España, las enfermedades digestivas continúan en aumento y ya se han convertido en la segunda causa de las hospitalizaciones, de acuerdo a datos del INE. Además, la preocupación por el peso intestinal es cada vez más común, como se menciona en varios artículos de salud con datos alarmantes. ¿Qué relación hay entre estas condiciones? Quizás más de lo que parece a simple vista.
Un fenómeno matutino. Solo necesitas deslizarte en TikTok durante unos minutos para descubrir este nuevo ritual de bienestar: consumir una cucharada de aceite de coco sin mezclar con nada más. Los videos que han acumulado millones de visualizaciones bajo etiquetas como #Coconutoilinthemoring o #Ocecedecoco narran experiencias que se han convertido en un dogma: «Desde que lo consumo, tengo más energía», «mi estómago está más plano» o «es mi secreto para desintoxicar el cuerpo». Algunos videos incluso presentan comparaciones visuales de antes y después, mostrando resultados impactantes en la pérdida de grasa abdominal, la mejora del tránsito intestinal o una piel más radiante. Todo esto se presenta como parte de una promesa de salud instantánea, simple y sin esfuerzo. Y, por supuesto, esta es una parte del problema.
Este fenómeno no nace de la nada. Es la versión moderna de una tendencia que ya hemos visto con el famoso agua con limón, el ayuno intermitente, o más recientemente, con medicamentos como Ozempic. Lo que ha cambiado no es el mensaje de buscar la facilidad, sino la presentación. En las redes sociales, especialmente en TikTok, la delgadez sigue siendo el ideal que se enmascara como salud. Si investigas hashtags como #sinnytok, verás miles de videos de jóvenes aconsejando sobre «ser más delgados», desde trucos visuales hasta dietas que permiten apenas 1000 calorías al día. Esto refleja cómo el algoritmo premia cuerpos normativos y hábitos extremos, mientras que castiga discursos más críticos y reflexivos.
Lo que dice la ciencia. El aceite de coco no es un producto nuevo ni misterioso. Su uso ha sido estudiado durante años, especialmente en áreas como la salud cardiovascular, el metabolismo de las grasas y sus propiedades antimicrobianas. Algunos estudios, como se publicó en investigaciones nutricionales, sugieren que un consumo moderado puede mejorar el perfil lipídico al aumentar el colesterol HDL (el «bueno») y reducir parcialmente los triglicéridos, gracias a su contenido de ácidos grasos de cadena media. Además, se han documentado propiedades antifúngicas y antibacterianas, especialmente debido al ácido láurico, presente en un 50% en su composición. En cuanto a la microbiota intestinal, este aceite puede ayudar contra ciertos hongos como el Candida albicans, aunque es crucial recordar que es una grasa saturada y tiene ventajas específicas, pero no debería consumirse sin moderación o como parte de una rutina diaria.
A su vez, la nutricionista Emma G., presente en TikTok, también ha advertido sobre el tema. En su video viral, donde ya supera las 100,000 visualizaciones, aclara: «Puede ser ventajoso para algunas personas, pero no es algo que todos deban implementar. Muchas personas han reportado problemas digestivos tras consumirlo en ayunas, algo que no se menciona en muchos de estos videos». Su mensaje es claro: «Ningún alimento por sí solo te hará perder peso; todo depende de tus hábitos y del equilibrio en tu dieta».
Otros usos. Además de su uso oral en ayunas, el aceite de coco ha encontrado su camino en otras áreas del bienestar moderno. Una práctica que ahora está en auge es el oil pulling, que consiste en enjuagarse la boca con aceite durante 10-15 minutos antes de cepillarse los dientes. Se dice que reduce bacterias, mejora la salud de las encías y previene caries. Sin embargo, varios expertos en odontología han aclarado en el New York Times que esto no debe reemplazar la higiene dental convencional, aunque puede complementar estas rutinas al reducir some bacterias como Streptococcus mutans.
Otro uso recurrente es como lubricante vaginal íntimo o hidratante. Sin embargo, aquí también hay luces y sombras: puede ser efectivo para aliviar la sequedad, pero los preservativos de látex pueden debilitarse y alterar el pH vaginal, lo cual puede hacer que su uso sea desaconsejable en ciertos casos, tal como advierte Healthline.
En el ámbito de la cosmética, el aceite de coco es casi omnipresente en productos para el cabello, labios y piel. Sus propiedades emolientes y antibacterianas lo hacen útil para ciertos tipos de piel, pero no para todos. Por ejemplo, puede obstruir los poros y empeorar el acné en pieles grasas o con tendencia a este. Nuevamente, el patrón se repite: un producto con ciertos beneficios es presentado con virtudes universales, ignorando las diferencias individuales y los contextos específicos.
Más allá del ritual. El aceite de coco tiene propiedades interesantes y su uso en contextos adecuados puede estar justificado. Sin embargo, simplificarlo como la última maravilla viral para perder peso es peligroso. Muchas tendencias en redes sociales empiezan como experiencias personales, pero rápidamente se convierten en recomendaciones masivas sin el filtro del contexto, muchas veces carentes de evidencia científica sólida.
La verdadera salud, aquella que trasciende las superficialidades de TikTok, no se construye a través de atajos o cucharadas milagrosas. Se construye mediante información correcta, hábitos sostenibles y decisiones que priorizan la atención consciente sobre la presión de encajar en ideales estéticos ajenos.
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