Unimagdalena suministra a Koguis 17 objetos arqueológicos excavados hace décadas en Pueblito en la Sierra Nevada de Santa Marta – Desde dentro
“Los elementos sagrados hacen respirar el Corazón del Mundo”. Con estas palabras Luis Nuvita, líder de los Koguiresumió la
“Los elementos sagrados hacen respirar el Corazón del Mundo”. Con estas palabras Luis Nuvita, líder de los Koguiresumió la importancia de la entrega que este fin de semana marcó el antes y el después de la relación entre la academia y los antepasados del pueblo Sierra Nevada en Santa Marta.
La Universidad del Magdalena devolvió 17 objetos arqueológicos a la reserva Teykú Bunkwanezhakaen Pueblito, territorio sagrado de los Koguis, Arhuacos y Wiwas, comunidades indígenas que habitan la Sierra Nevada.
El regreso concluyó un proceso largo, cuidadoso y profundamente simbólico. Mamá, Las autoridades ancestrales de estas comunidades llevan años exigiendo el reequilibrio del territorio y el restablecimiento del orden natural.
Un regreso que empezó mucho antes de la partida
El viaje a Pueblito comenzó en el camino que pasa por Calabazo, en el campo de Santa Marta, pero el proceso empezó mucho antes: con el reconocimiento de la deuda histórica.
Un total de 17 piezas fueron devueltas a su lugar de origen. Foto:Unimagdalena
Durante décadas, se han excavado partes del patrimonio sagrado de Sierra Nevada con fines de investigación. Piezas devueltas, entre ellos, tums, metates, manos de moler, bastones ceremoniales y objetos líticos fueron retirados del territorio entre 1940 y 2008.
Las autoridades tradicionales seleccionaron las primeras 17 canciones después de evaluar su importancia para salud espiritual del ecosistemaAbajo. Todos ellos forman parte de la colección Shairam, resultado de las excavaciones realizadas por el arqueólogo G.Erardo Reichel-Dolmatoff en los años 1940.
El regreso estuvo acompañado por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), los Parques Naturales Territorial Nacional Caribe y Reserva Kogui-Malayo-Arhuacoquien certificó el proceso de transferencia y conservación.
Un acto de memoria y justicia cultural
En el lugar de la entrega, en medio de montañas húmedas y el viento que sopla desde picos nevados, no hubo discursos pomposos ni altivez. La ceremonia estuvo a cargo de las Mamás, quienes explicaron así Estas obras no son «objetos», sino seres vivos que mantienen la armonía del mundo.
«No se trata sólo de donar objetos antiguos. Se trata de devolver la vida a la cultura que se respira en ellos», dijeron las autoridades de la reserva. El llamado fue directo: se pidió a todas las instituciones que aún poseían obras sagradas que las devolvieran y contribuyeran a la reparación física y espiritual del territorio.
Rector de Unimagdalena Pablo Vera Salazar, Reconoció la dimensión de este proceso: «No fue un acto administrativo. Fue un acto de memoria y de justicia. La devolución de estas piezas es una expresión de humildad y respeto hacia quienes fueron los verdaderos guardianes del territorio».
También se firmó in situ un convenio de cooperación entre la Universidad y autoridades tradicionales, comprometiéndose a apoyar proyectos de conservación cultural, investigaciones respetuosas y procesos educativos desde la perspectiva de los pueblos indígenas.
El párroco Pablo Vera se quedó en Pueblito, devolviendo a los Koguis a su patrimonio arqueológico. Foto:Unimagdalena
El regreso marca un cambio en la forma de entender el patrimonio arqueológico en Colombia. La visión extractivista que durante décadas ha priorizado el estudio científico de la persistencia territorial de los objetos está siendo reemplazada por un enfoque que reconoce el valor vital de estas obras para comunidades originarias.
Para Mamo, estos elementos ayudan a «reordenar el mundo» y son cruciales en la lucha contra fenómenos como el cambio climático, porque la Sierra se entiende como un organismo vivo cuyo equilibrio depende de estos objetos ceremoniales.
El proceso incluyó la clasificación técnica de la colección, su preparación para su traslado y la comprobación de su estado de conservación. Parques Nacionales. Patricia Saldaña, jefa del Tayrona, Destacó que la coordinación «fue decisiva para garantizar un regreso seguro y respetuoso».
Al finalizar la ceremonia, la niebla descendió sobre Pueblito. Las piezas ya no estaban en cajas ni en vitrinas. Regresaron a casa después de décadas alejados de su territorio.
Y con ellos, como decía mamá, también regresó un pedazo del equilibrio del Corazón del Mundo.
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