Hay una razón por la que miras videos en Instagram durante horas hasta las 3 a.m.: la ciencia del doomscrolling – Desde dentro
Es la una de la madrugada. Deberíamos estar durmiendo, pero nuestro dedo se desliza constantemente por la pantalla, pasando

Es la una de la madrugada. Deberíamos estar durmiendo, pero nuestro dedo se desliza constantemente por la pantalla, pasando por vídeos en TikTok, Reels en Instagram o publicaciones en X. Un meme viral, un nuevo incendio en la zona o una nueva crisis política nos mantienen pegados a la pantalla. E incluso cuando estamos agotados, no se puede detener. Si esta escena te suena familiar, entonces te damos la bienvenida al club. Desplazamiento fatal.
Un término que se hizo enormemente popular durante la pandemia y que se puede definir como un hábito de consumo Forma de noticias negativas a largo plazo. o inquietante, principalmente a través de las redes sociales. Pero detrás de este proceso, actualmente muy extendido en la sociedad, se esconden numerosos procesos químicos en el cerebro que la ciencia no ha dudado en investigar.
El mecanismo de la trampa. Para entender por qué hacemos esto Desplazamiento fatalPrimero, debemos entender que nuestros cerebros no evolucionaron para tener X o TikTok, sino que evolucionaron para sobrevivir. Y no hace mucho tiempo que los humanos buscábamos comida o huíamos de una amenaza en la naturaleza, y nuestro cerebro todavía es muy consciente de ello.
Según la última literatura científica.El hecho de que deslicemos la pantalla hacia abajo con cada interacción activa nuestros circuitos de recompensa en el cerebro, como el sistema dopaminérgico. Esto nos lleva a buscar información cada vez más y, evolutivamente, saber “dónde está el peligro” ha sido crucial. El problema es que el algoritmo no tiene finalidad en este caso y podemos estar 24 horas mirando este tipo de noticias.
Pero el sistema de recompensas que nos da “alegría” cuando sabemos dónde está el peligro no es lo único. Va acompañado de la amígdala. Este es el centro del miedo en nuestro cerebro. Cuando el cerebro ve toda esta información, como una guerra cerca de nuestro territorio, la interpreta como una amenaza potencial, lo que se traduce en una gran liberación de cortisol. Esta hormona se llama técnicamente “hormona del estrés” porque mantiene al cuerpo en un estado de hipervigilancia.
El resultado de estos dos circuitos es bastante claro. referirse a publicaciones En Límites en psiquiatría Y Comportamiento cerebral: El cerebro busca alivio a partir de la información, pero sólo encuentra más amenazas. Esto crea un ciclo tóxico en el que intentamos calmarnos, tener cada vez más miedo y buscar de nuevo.
El cerebro perezoso. En las redes sociales ya se habla mucho del término podredumbre cerebral que se traduce como «pudrición cerebral», como un meme real. pero la ciencia tiene una opinión completamente diferentepues investigaciones recientes sugieren que la exposición repetida a estos estímulos fragmentados de alto impacto emocional, con vídeos de 15 segundos y titulares alarmistas, tiene un alto coste físico.
El efecto reside principalmente en las funciones ejecutivas (planificación, organización, toma de decisiones…). Y el cambio constante de estos contextos catastróficos obliga al cerebro a saltar de una idea a la siguiente en milisegundos, y eso no es algo gratuito. Los costes que tenemos que pagar se pueden resumir en tres puntos:
- Fatiga mental por el alto consumo de glucosa que debe generar el cerebro a través de constantes cambios de enfoque.
- Deterioro de la corteza prefrontal, que se acompaña de una reducción de la eficiencia del área encargada de la planificación y el control de los impulsos.
- El procesamiento se bloquea cuando el cerebro está en hiperalerta. Esto dificulta la transferencia de información a la memoria a largo plazo.
¿No podemos concentrarnos más? Todos podemos hacernos esta pregunta por este fenómeno. La respuesta corta de la ciencia es: lo sabemos, pero nos resulta mucho más difícil “empezar”.
Los estudios sobre multitarea digital muestran que no hemos perdido Capacidad Fisiológicamente significa atención sostenida, pero hemos entrenado nuestro cerebro para esperar interrupciones. La atención profunda (que se necesita para leer un libro, por ejemplo) requiere un período de «calentamiento». Él Desplazamiento fatal y el flujo constante de notificaciones reinicia constantemente ese contador.
Investigación recogida en BMC salud pública ellos señalan esto Esta atención permanece “anclada” y espera la próxima actualización. Incluso cuando no estás mirando tu teléfono, algunos de tus recursos cognitivos se centran en él, lo que reduce tu rendimiento en la tarea que tienes delante. No se trata de un deterioro irreversible, sino más bien de una atrofia por la falta de uso de circuitos profundos de concentración.
Hay esperanza. A pesar del tono apocalíptico de los propios estudios sobre este tema, la conclusión científica es No es que estemos condenados. Ser autómatas distraídos pegados a un teléfono. La gran ventaja que tenemos los humanos es la neuroplasticidad.
Con este término queremos decir que así como el cerebro aprende a desplazarse compulsivamente, también puede “desaprenderlo”. Los expertos coinciden en que el daño no es permanente a menos que el comportamiento se vuelva crónico durante años sin intervención.
Las estrategias respaldadas por evidencia para romper el ciclo cortisol-dopamina incluyen:
- Establece horarios estrictos para ponerte al día y nunca antes de acostarte.
- hacer ejercicios Consciencia como herramienta para restaurar la red neuronal estándar.
- Permitir que el cerebro descanse y “aburra” sin estímulos para depurarse y recuperar la capacidad de concentración.
Imágenes | Yazid N.
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