España quiere su propia “cara de abrazo” pública. El problema es que llega tarde a una pelea donde ya hay ganadores. – Desde dentro
El gobierno español ha anunciado la creación de la Open Source AI Community, una plataforma que pretende convertirse en
El gobierno español ha anunciado la creación de la Open Source AI Community, una plataforma que pretende convertirse en el punto de encuentro del ecosistema de IA español.
La iniciativa, presentada por la Secretaria de Estado de Digitalización e IA, María González Veracruz, cuenta con el apoyo de ALIA y promete democratizar el acceso a la IA a través de modelos abiertos. Archivos y herramientas de integración.
si pero. Él momento Todo es cuestión de tecnología, y en España llega cuando el partido ya está jugado:
- Hugging Face centraliza el desarrollo de modelos abiertos a escala global.
- GitHub aloja los repositorios principales.
- Flame Meta se ha convertido en el estándar de facto para muchos desarrolladores.
Crear una alternativa nacional ahora es como lanzar una red social en 2025: técnicamente posible, estratégicamente controvertido.
Entre líneas. La retórica oficial habla de soberanía tecnológica y de evitar que “el futuro digital esté en manos de unos pocos”. Es un argumento legítimo que funciona en China, donde el Estado tiene recursos para construir ecosistemas paralelos y cerrar fronteras digitales. Pero España, para bien o para mal, no es China.
La IA de código abierto es, por definición, global y colaborativa. La fragmentación en iniciativas nacionales contradice su esencia.
El contraste. El comunicado de prensa del ministerio menciona tres objetivos:
- Promover soluciones prácticas.
- Liderazgo del canal español.
- Y crear una reserva de talentos.
La pregunta que nos ocupa es más sencilla: ¿quién elegirá ALIA cuando Llama 4, Mistral o Qwen ya están integrados en miles de proyectos? La comunidad no solo llega tarde, sino que también tiene que competir con modelos que ya tienen tracción, documentación completa y comunidades activas de millones de desarrolladores.
Lo que también faltan son recursos concretos. El anuncio está lleno de promesas condicionales: “Se está explorando la provisión de capacidad informática pública”, “la habrá” Hackatones“Se fomentan las reuniones” Redes.
Lo que brilla por su ausencia son compromisos presupuestarios concretos, infraestructura operativa desde el primer día o casos de uso que muestren ventajas respecto a lo existente.
la gran pregunta. Si España no tiene la fuerza para crear alternativas viables a los gigantes tecnológicos estadounidenses o chinos, ¿tiene sentido gastar recursos fingiendo que sí los tiene?
La soberanía tecnológica es un objetivo estratégico deseable, pero requiere inversiones sostenidas durante décadas y ningún anuncio con verbos en futuro. La historia de la tecnología europea está llena de intentos fallidos de replicar los éxitos de otros sin la escala o el capital necesarios.
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Imagen destacada | Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial



