Parecía un juego de imitación de movimientos. En realidad, fue un mejor diagnóstico de autismo que muchas pruebas clínicas. – Desde dentro
Cuando pensamos en videojuegos lo que nos viene a la cabeza es que son una forma de entretenimiento para

Cuando pensamos en videojuegos lo que nos viene a la cabeza es que son una forma de entretenimiento para jóvenes (o no tan jóvenes), o que incluso tienen una finalidad educativa. Pero quisieron dar un paso más y apostar por los videojuegos. herramienta de diagnóstico para los más pequeños de la casa y Detectar enfermedades tempranamente tan importante como el autismo o el TDAH.
El significado. Clásicamente, tanto el TDAH como el autismo son patologías se superponen desde la infancia, lo que dificulta el diagnóstico precoz Piedra angular de la medicina moderna para poder abordar los problemas rápidamente. Y eso lo ha conseguido con un videojuego que promete distinguir a un paciente con TDAH de un paciente con autismo en menos de una hora, simplemente imitando los movimientos de una silueta en la pantalla.
Como decimos, el diagnóstico precoz, especialmente en el TEA, es realmente importante para realizar un tratamiento que mejore la calidad de vida del niño y además iniciar intervenciones efectivas lo antes posible. Porque aunque actualmente no existen tratamientos curativos, es posible controlar algunos de los síntomas que se presentan.
Actualmente no existen muchos biomarcadores fiables y específicos para realizar este diagnóstico. Esto es un problema porque en el 50-70% de los casos, el trastorno del espectro autista se asocia con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Esta superposición a menudo resulta en un “cuadro clínico confuso”, lo que lleva a diagnósticos erróneos o retrasados que, en última instancia, se convierten en un problema grave.
Difícil de reconocer. Pero diagnosticar el TEA tampoco es fácil, ya que en muchos casos se basa en valoraciones tradicionales de imitación motora. El problema está en las neuronas espejo nuestro cerebro. De esta manera es clásico cuando un bebé No responde con una sonrisa cuando le hacemos sonreír. El caso puede disparar la alarma. Sin embargo, esto es algo lento que requiere observadores altamente capacitados y tiene confiabilidad, precisión y escalabilidad limitadas.
Los videojuegos. Y aquí es donde entra en juego el videojuego en cuestión, para darnos las herramientas que nos faltaban en el día a día para realizar nuestro trabajo. Diagnóstico de TEA. Algo que un equipo de investigación logró mediante el desarrollo de la Evaluación Computarizada de la Imitación Motora (CAMI).
Un sistema que es una tarea corta que dura un minuto y está diseñado para ser un videojuego muy atractivo al que te gustaría jugar. El sistema, en este caso, utiliza diversos métodos de visión por ordenador para evaluar el rendimiento de la imitación, sin que los niños tengan que colocar ningún sensor y casi sin intervención humana para interpretar los resultados generados.
La imitación como clave. El objetivo del estudio era claro.: Investigar si CAMI fue capaz de identificar problemas de imitación específicos del autismo en comparación con niños sin ningún tipo de enfermedad o niños con TDAH. En el caso de que un niño no pueda imitar los movimientos que aparecen en la pantalla, podría ser un problema importante el que esté provocando todo esto.
Pero la pregunta apremiante en este caso es… ¿Por qué nos fijamos en la imitación de movimientos? La respuesta es: la imitación se considera un biomarcador prometedor y bastante específico para el diagnóstico del autismo. En este caso, la imitación es fundamental para el aprendizaje social y las relaciones interpersonales, y su déficit se ha asociado en niños con TEA respecto a niños sanos.
El desafío era demostrar que este déficit es específico del autismo y no de otros trastornos con perfiles motores atípicos, como el TDAH. Es decir, si un niño no podía seguir el movimiento que se mostraba en la pantalla era debido a un problema relacionado con el espectro autista y no a un problema de atención.
El experimento. En el estudio transversal participaron 183 niños de entre 7 y 13 años. Los participantes se dividieron en cuatro grupos: TDAH (sin TEA), TEA con TDAH concurrente, TEA sin TDAH (solo TEA) y niños neurotípicos.
La prueba consistió en dos pruebas de un minuto en las que se pedía a los niños que se pusieran de pie e imitaran los «movimientos de baile» de un avatar en la pantalla.
Los movimientos en estos casos fueron grabados por las cámaras Xbox Kinect y CAMI calculó automáticamente una puntuación de imitación entre 0 y 1 para cada prueba, donde uno representaba una imitación perfecta. Estas puntuaciones se promediaron para obtener una puntuación compuesta.
El resultado. Los resultados fueron significativos. Los niños con TEA, independientemente de si tenían TDAH o no, demostraron un rendimiento CAMI significativamente peor que los niños neurotípicos. Por el contrario, los niños con TDAH solo demostraron un rendimiento CAMI similar al de los niños neurotípicos.
Sin embargo, la detección también podría realizarse en pacientes que sugieran TEA, ya que un peor desempeño en el CAMI se asoció con mayores rasgos de autismo (según lo medido por). ADOS-2), particularmente en afectos y comportamientos sociales restringidos y repetitivos. Sin embargo, el rendimiento no está asociado con los rasgos del TDAH o la capacidad motora general, lo que nos da una pista para refinar aún más el diagnóstico.
Los autores concluyen que este método CAMI, económico y escalable, no sólo diferencia específicamente el TEA del desarrollo neurotípico, sino también del TDAH. Aunque actualmente es una herramienta de investigación, los resultados sientan las bases para establecer CAMI como una prueba definitiva para determinar si un niño tiene autismo o no.
Imágenes | Alireza Attari Sam Pak
En | Hemos descubierto un mecanismo genético que explica hasta el 80% de los casos de autismo. Muchas gracias a algunos científicos españoles.



