Embajador de Colombia habla de relación con EE. UU. tras la crisis – Desde dentro
El regreso a sus respectivas sedes diplomáticas del embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, y del encargado de


El regreso a sus respectivas sedes diplomáticas del embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, y del encargado de negocios de Estados Unidos en Bogotá, John McNamara, puso fin a una crisis diplomática que, al menos de manera transitoria, puso en jaque la histórica relación bilateral entre ambos países.
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El regreso a sus respectivas sedes diplomáticas del embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, y del encargado de negocios de Estados Unidos en Bogotá, John McNamara, puso fin a una crisis diplomática que, al menos de manera transitoria, puso en jaque la histórica relación bilateral entre ambos países.
Pese al alivio, las primeras declaraciones emitidas por Washington tras el impasse dejaron claro que la situación está lejos de ser resuelta.
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En entrevista exclusiva con este diario, García-Peña reconoce en que, si bien las diferencias entre los dos gobiernos son profundas –y hasta anormales–, hay un interés mutuo en preservar y fortalecer una relación que sigue siendo estratégica.
Hay cierto alivio tras su retorno y el del Encargado de Negocios John McNamara a Washington y Bogotá. Sin embargo, las primeras declaraciones ofrecidas por el funcionario dan a entender que la crisis persiste. Habla de preocupaciones vigentes, lamenta el estado actual de la relación bilateral y exige “pasos concretos”. ¿Cuál es su lectura?
El hecho de que ambos regresamos es una señal de que en este momento de las consultas ya surtió su tiempo. Él lo dice en su comunicado. Es evidente que hay tensiones y siempre les ha habido. Sabemos muy bien que entre el actual gobierno de Estados Unidos y el presidente Petro hay diferencias, que vamos a seguir manejando. La instrucción que recibí del presidente, y que ha tratado de comunicar en estos últimos días, es que hay que concentrarnos en los temas en los cuales puede haber trabajo conjunto. Y creo que ese es el reto que tenemos por delante. Propusimos una agenda de cinco áreas donde pensamos que puede haber, y debe continuar existiendo un trabajo conjunto.
El embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña. Foto:EFE
McNamara habla de pasos concretos que debe tomar Colombia para recomponer la relación. ¿Les han comunicado cuáles?
Se han dado discusiones en las que ellos han sido explícitos en algunos casos. En el tema de drogas, sin duda, es la erradicación. Y por eso hemos insistido en ese plan, que está en curso, para erradicar 30.000 hectáreas y todo indica que va camino a cumplirse. Hay otros temas donde Colombia ha venido mostrando resultados muy concretos, como en la lucha contra las organizaciones de crimen transnacional.
¿Y en el tema comercial?
En materia comercial, hay una serie de temas que Estados Unidos ha expuesto, lo que ellos denominan barreras no arancelarias, que hemos venido tratando. Llevamos meses en eso. Un tema muy específico que ha sido resaltado como prioritario, es el tema de los automóviles, la entrada en vigencia de los reglamentos de seguridad vial que viene desde el gobierno anterior (de Iván Duque). Yo, en particular, estoy trabajando con la ministra de Comercio y con la ministra de Transporte para lograr una hoja de ruta que permita el aplazamiento de esos reglamentos. No se trata simplemente de responder con discursos, sino con resultados.
La ley lo que establece es que la certificación se basa en una evaluación sobre la lucha contra las drogas. Si es así, no tengo ninguna duda de que Colombia merece ser certificada
Aunque las diferencias en temas de drogas, comercio y migración se citan ahora como irritantes, lo que precipitó esta crisis fueron las declaraciones de Petro en las que acusó al secretario de Estado, Marco Rubio, de ser parte de un golpe en su contra. Además, la ausencia de una retracción pública y contundente terminó llegando cuando ya era a tarde. ¿Está de acuerdo con esa valoración?
Sin duda y así lo expresaron ellos. Hay otros temas más genéricos de la relación, pero ese fue la madre del mal momento. Por eso, desde el momento en que ellos me comunicaron esa inconformidad, se la trasmití al presidente Petro y de allí la carta que se les envió y que ya es de conocimiento público. Lo importante es el contenido de esa carta, que el presidente ha reiterado en varias ocasiones y yo aprovecho para resaltar nuevamente: ni el secretario de Estado, ni ningún funcionario, ni ningún congresista republicano, está involucrado en un supuesto golpe de Estado.
Pero si ya sabían que ese era el irritante y que esperaban una retracción pública, ¿por qué no hacerla antes de que estallara todo esto y evitar la crisis?
Supimos del malestar y de allí la carta que envió el presidente. De hecho, el presidente, antes de que sucediera todo esto, lo aclaró en su red social de X. ¿Por qué no fue suficiente? Es algo que debe preguntárselos a ello. Quisieron que fuera algo más público y eso hemos venido insistiendo en la aclaración y lo haremos las veces que sea necesario. Pero en lo que también insistimos es que no debe ser un impedimento para que continué una relación que es de décadas y vital para ambos países. Y yo creo que, si uno mira todas las declaraciones del Departamento de Estado, hablan obviamente de sus preocupaciones, pero siempre terminan rematando con que esta es una relación estratégica que debe ser preservada. Y en eso coincidimos plenamente.
John McNamara, embajador (e) de Estados Unidos en Colombia. Foto:AmCham Colombia
¿Por qué llamarlo consultas a usted? ¿No fue eso echarle mal leña al fuego?
Fue una decisión del presidente, que estaba en todo su derecho a hacerlo. Quería hablar conmigo para revisar toda una relación que es multidimensional. Y creo que fue muy útil para aclarar prioridades. Entonces, más que para escalar la situación, creo que estas consultas lo ayudaron fue a aclarar la situación y definir prioridades con el objetivo de garantizar que esta relación continúe, que es el deseo de todos.
Estas es la segunda crisis mayúscula que se desata desde que Trump asumió la presidencia en enero. ¿No puede negar que la relación bilateral se encuentra en un momento delicado? Es decir, en cualquier otro momento un impasse como este se resuelve por los canales regulares.
No creo que estemos en un momento normal. Con otros gobiernos también hubo tensiones y diferencias. No olvidemos los difíciles meses que tuvo Duque cuando llegó Biden al poder porque algunas personas cercanas a su gobierno habían hecho campaña por Trump en el 2020. También cuando el presidente Santos firmó el acuerdo de paz. Efectivamente, no es ningún secreto que la distancia ideológica y política entre Donald Trump y Gustavo Petro hacen que este momento que estamos viviendo tenga unas particularidades que no se habían tenido en el pasado. Pero yo creo que tanto lo que pasó en enero (la crisis por la suspensión de los vuelos de Estados Unidos con repatriados colombianos), como lo que pasó en estos últimos días, son muestra de la fortaleza de la relación y de los canales diplomáticos.
Hay que concentrarse en las cosas donde hay coincidencias. Ya hablé del tema de las drogas, pero también está el del crimen trasnacional, donde los dos presidentes están muy comprometidos
Las diferencias ideológicas son claras. Pero lo que a veces parece es que no hay confianza entre las partes, no hay muchos canales para limar las diferencias cuando se presentan. Ni siquiera hay embajador titular en Colombia desde hace tres años.
Yo creo que sí hay confianza y sí hay espacio. En una relación la franqueza es fundamental. Y cuando hay inquietudes, se comunican, como acaba de pasar. Pero repito, creo que estamos un contexto internacional que no es exclusivo sobre Colombia. Mire el caso del embajador. Eso viene de tiempo atrás y no tiene que ver con Petro o Trump sino más con las tensiones internas de Estados Unidos. Hay países que ni siquiera tienen un embajador nominado. En el caso de Colombia ya existe, pero no ha sido confirmado por el Senado.
Donald Trump. Foto:Agencias
¿Qué medidas se están tomando para reducir o eliminar este tipo de fricciones?
Hay que concentrarse en las cosas donde hay coincidencias. Ya hablé del tema de las drogas, pero también está el del crimen trasnacional, donde los dos presidentes están muy comprometidos. En lo migratorio hay mucho espacio. Por supuesto, en el tema de deportaciones, para que los colombianos puedan regresar de manera digna, pero también en Colombia como un socio clave para poder combatir estas redes de tráfico humano. En lo comercial, Estados Unidos sigue siendo nuestro principal socio y nos interesa que la inversión estadounidense aumente y las empresas de ese país sigan llegando a Colombia. También está la agenda de energías limpias, donde EE. UU. puede ser un socio estratégico
Esta nueva crisis estalla justo cuando la administración Trump está considerando si certifica o no el desempeño de Colombia en la lucha contra las drogas, ¿Usted cree que lo acontecido esta semana afecta adversamente esa decisión?
Vamos a ver qué pasa. Yo no me quiero adelantar a lo que puede suceder en septiembre y, además, es una decisión que le corresponde al presidente Trump. Por lo tanto, la tarea nuestra es seguir insistiendo en lo que hemos hecho y mostrar los resultados. La ley lo que establece es que la certificación se basa en una evaluación sobre la lucha contra las drogas. Si es así, si se sigue la ley, no tengo ninguna duda de que Colombia merece ser certificada.
¿Por qué se siente tan seguro?
Tenemos un número récord de incautaciones en cocaína el año pasado y, con lo que llevamos de esta primera mitad de este año, vamos a superar inclusive las cifras del 2024. Lo mismo con la destrucción de laboratorios y decomiso de precursores químicos. Es decir, la lista es larga y no solo hemos cumplido sino superado las mismas metas trazadas.
¿Y en erradicación?
En el tema de erradicación de los cultivos, que sigue siendo para algunos la materia donde todavía tenemos que mostrar mayor resultado, lo cierto es que Colombia le está apostando hoy a una erradicación permanente, sostenible. En el pasado se lograban erradicar miles de hectáreas con la fumigación aérea, pero al cabo de un tiempo ya habían vuelto a crecer en otros lugares. Eso fracasó. Hoy estamos apostándole a una erradicación basada en el trabajo con las comunidades, no solo para erradicar sino para que hagan la transición a una economía lícita que ofrezca una solución duradera.
El presidente Gustavo Petro. Foto:Ovidio Gonzalez/ Presidencia
Trump ya le impuso un 10 % de arancel a todas las exportaciones colombianas. Ahora habla de un 20 % a los países que se alienen con los BRICS. ¿Cree por cuenta de eso y de la actual crisis Colombia pueda ser castigada con una tarifa adicional?
Los aranceles, efectivamente, están siendo utilizados por el Gobierno de Trump de una manera distinta a como sucedía en el pasado, y se mezclan muchos temas. El caos de los BRICS es ejemplo de eso. Trump habló de países que se van a alinear con los BRICS, pero Colombia no entró a los BRICS, sino al Banco de Desarrollo, que es un mecanismo absolutamente legítimo para buscar la financiación que se requiere. Hasta ahora no nos han dicho que eso afecta.
No, no tengo ninguna información y tampoco estoy tratando de averiguar porque no me corresponde. De existir alguna información, le correspondería a la Fiscalía investigar si lo que el señor Leyva dice en esos audios es cierto o no es cierto.
¿Usted cree, embajador, que es posible eliminar o reducir ese 10 por ciento o es un arancel que llegó para quedarse?
Vamos a seguir insistiendo, pero lo que nos han dicho es que es difícil porque no es una medida para Colombia, sino para el mundo entero. Ni al Reino Unido, gran aliado de EE. UU. se lo han quitado. Pero la puerta no está cerrada y Trump tampoco ha dicho hasta cuándo va ese arancel. Vamos a insistir en que tenemos un acuerdo de libre comercio firmado hace 10 años y que este arancel es inconveniente mientras tratamos de resolver los famosos irritantes.
Una de las apuestas de Colombia en la lucha contra las drogas ha sido la erradicación de cultivos. Foto:Jaiver Nieto. EL TIEMPO
Por último, ¿Qué ha podido verificar sobre los viajes de Álvaro Leyva a Estados Unidos para promover un golpe contra el presidente? ¿Tiene usted la tarea de investigar qué alcances tuvieron las movidas del ex canciller?
No, no tengo ninguna información y tampoco estoy tratando de averiguar porque no me corresponde. De existir alguna información, le correspondería a la Fiscalía investigar si lo que el señor Leyva dice en esos audios es cierto o no es cierto. Pero en cuanto a lo que yo puedo decir, no me consta que las reuniones hayan sucedido ni tampoco nos corresponde averiguar qué hablaron o si hablaron, porque efectivamente Leyva es un ciudadano privado.
SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON