210 familias indígenas y campesinas llegan a Pasto tras ser desplazadas por la violencia en El Peñol – Desde dentro
Un total de 210 familias arribaron a la ciudad de Pasto, desplazadas por el conflicto armado del municipio de
Un total de 210 familias arribaron a la ciudad de Pasto, desplazadas por el conflicto armado del municipio de El Peñol en el estado de Nariño, con graves denuncias de que fueron explotadas y amenazadas por un grupo armado ilegal.
Luego de permanecer fuera de las instalaciones del gobierno de Nariño desde la mañana del lunes 1 de diciembre, 400 desplazados fueron alojados en el albergue Buen Samaritano de la alcaldía de Pasto en la ciudad de Anganoy, donde pudieron dormir y al menos decir sentirse más seguros.
Los residentes de El Peñol dicen que los grupos armados utilizan sus casas como trincheras. Foto:mauricio de la rosa
Fuera del casco urbano del municipio, los desplazados más afectados por la violencia viven en los pueblos de La Cuchilla, Torrencial, Las Cochas y La Manga.
El gobernador del consejo indígena El Peñol, Edwin Chávez, indicó que el desplazamiento forzado se debe al conflicto armado que se vive en el territorio y consiste en constantes enfrentamientos entre el Ejército Nacional y el Frente Franco Benavides de disidencias de las Farc.
«Hemos introducido el aislamiento porque, por un lado, las fuerzas armadas no toman ninguna medida en caso de ataques y, por otro lado, los grupos armados utilizan nuestras casas como trincheras; llevamos varios días inmersos en un conflicto armado», afirmó.
Aún no se ha explicado cómo las autoridades no utilizaron las rutas para caracterizar a la comunidad desplazada, por lo que las familias aún no han recibido ayuda humanitaria en un mes.
El gobierno de Nariño tampoco anunció ninguna inversión social que beneficiara a los habitantes de la comuna, mientras que la Alcaldía dejó a los mismos habitantes a su suerte y lo peor en tiempos de conflicto armado.
El líder indígena comentó que en noviembre se registró acoso por parte de dicho grupo armado ilegal los días 11, 17 y 21, y la comunidad vivía dos escenarios complejos: por un lado, fue instrumentalizada por los rebeldes, y por otro, vivió la militarización del territorio, lo que generó un ambiente de miedo y zozobra constante.
Las comunidades piden un alto el fuego bilateral durante las fiestas de fin de año. Foto:mauricio de la rosa
Alto el fuego bilateral
«Exigimos un alto el fuego bilateral durante estas vacaciones, durante las cuales al menos tendremos paz y silencio», afirmó.
Dijo que el conflicto armado llegó de la noche a la mañana al municipio de El Peñol, para sorpresa de sus habitantes, quienes se habían acostumbrado a vivir en paz y sana convivencia.
“Sí, este conflicto armado se dio de la noche a la mañana, no queremos que El Peñol viva como los municipios del norte de Nariño, donde los grupos armados ilegales tienen el control total, por eso buscamos la protección colectiva de las comunidades de nuestro territorio”, aseguró.
El grupo armado busca expandirse
En este sentido, comparte la hipótesis manejada por algunos líderes sociales nariñenses de que el frente disidente de las Farc de Franco Benavides busca una estrategia de expansión territorial, que implique movilización por los municipios de Leiva, Cumbitara, Policarpa, El Rosario, Los Andes y ahora El Peñol.
“Vienen del Cauca, asumiendo el poder territorial, lo tienen en todos los municipios del norte de Nariño, ya llegaron al Peñol, llegaron al Tambo, pero no queremos perder el territorio de nuestros antepasados, porque si eso pasa, perderemos todos nuestros derechos”, enfatizó luego.
“Nos preguntamos por qué el gobernador Nariño persiste en hablar de paz, pero hasta el momento no ha destinado ninguna inversión a nuestro municipio”, añadió después.
Este martes anunció que se reuniría en una mesa de trabajo con el líder de la sección, a quien le pediría garantías de seguridad para las comunidades indígenas pertenecientes al pueblo Quillasinga.
“Se están aprovechando de nosotros”: Comunidades en riesgo
«Estamos muy agraviados porque somos nosotros los que estamos en este territorio, somos los explotados, somos los que los grupos armados buscan refugio, entonces estamos tratando de preservar nuestras costumbres y costumbres y defender nuestro territorio», dijo el líder indígena.
Las comunidades temen perder sus territorios ancestrales debido a las estrategias de los grupos armados ilegales. Foto:mauricio de la rosa
Explicó que su principal misión es defender su territorio y que el municipio de El Peñol, donde ahora hasta su alcalde y representante están amenazados por disidencias de las Farc, ha recuperado la tranquilidad que lo ha caracterizado desde su creación en 1998.
“Si mañana regreso a este territorio, puedo ser un objetivo militar, pero si la persona no toma la iniciativa ni avanza, así seguirá siendo. Si no luchamos por perder el control de nuestro propio territorio y vendrá ansiedad, miedo y miedo. La verdad es que son situaciones que afectan a nuestras comunidades”, dijo, para luego agregar: “La verdad es que tenemos miedo, porque el solo hecho de ir a declarar ya es un miedo muy grande, por eso no queremos una declaración individual, sino colectiva”.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Nariño, Fredy Gámez, aseguró que las comunidades de El Peñol llegaron a Pasto en situación de desplazamiento forzado, por lo que corresponde al Municipio de Pasto brindarles la atención necesaria y convocar a un consejo municipal ampliado de justicia transicional que asegure su regreso a la ciudad.
“El compromiso del gobierno de Nariño siempre ha sido alinear y trabajar en conjunto entre la fuerza pública y los diversos actores para brindar la claridad e información necesaria”, dijo el funcionario.
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